Infidelidad de Cutié
a culpa es de los medios, no del pederasta. Opina así el obispo de Quintana Roo, Pedro Pablo Elizondo, el primero que logran colocar en la jerarquía mexicana los Legionarios de Cristo. El obispo está molesto porque la prensa informó de la prisión que un juez decretó contra Rafael Muñiz, cura de Jalapa que dirigía en Internet una red de pederastia. Afirma que no es posible que los medios de comunicación únicamente se enfoquen en señalar a los curas católicos, sin fijarse en las obras buenas que realizan miles de ellos, entregando su vida por los pueblos
.
El obispo agregó que en vez de darle importancia a la reunión mundial de la familia, organizada por el Vaticano
, que inauguró el licenciado Calderón, se la dan a un sacristán que parece que tuvo problema con una niña que iba al catecismo, le dieron 10 minutos a la noticia en la televisión. Fueron 10 minutos hablando de su familia, de la calle, de la torre, la campana, de otro catequista, y a ese catequista nunca lo vieron, 10 minutos dándole vueltas y vueltas al tema para oscurecer, desaparecer y eliminar totalmente la presencia y el mensaje tan trascendente para las familias de un encuentro mundial, no me explico, es Satanás, o cómo me lo explico
, sentenció el prelado.
Otro de más alto rango, Benedicto XVI, declara que el sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo; él es el que abre la puerta; es el administrador de los bienes de Dios. Dejad una parroquia 20 años sin sacerdote y adorarán a las bestias. La Iglesia sufre por la infidelidad de algunos de sus ministros. En estos casos, es el mundo el que sufre el escándalo y el abandono
, remató.
Seguramente el pontífice tenía en mente la más sonada infidelidad: la del padre Alberto Cutié, el más querido, apuesto, carismático, escuchado y leído en Estados Unidos. El que presidía en Miami las ceremonias religiosas de los famosos y pudientes. Como aquí el casi santo Marcial Maciel.
Pero el padre Alberto es también un ser humano, con sus pasiones y debilidades, como él mismo lo dijo en la televisión. Y un día se enamoró perdidamente de una mujer, Rubama Canellis, de origen guatemalteco. No supo guardar el secreto de su relación y fue descubierto en arrumacos con su amada en una playa de Miami. Y de ahí al escándalo amarillista en los medios. Pero también el apoyo de la mayoría de los católicos, partidarios de que se suprima el celibato.
El padre Alberto finalmente renunció a su ministerio en la Iglesia católica y de inmediato lo aceptaron con todos los honores en la episcopal, la cual sí permite a sus ministros casarse y tener hijos. Contrajo ya matrimonio bajo su nuevo rito y continúa siendo el rey de los predicadores. Mas para la Iglesia que se niega a cambiar, es el pastor que abandonó su rebaño para entregarse al mundo, el demonio y la carne.