El director ejecutivo de Capacitación Electoral y Educación Cívica del Instituto Federal Electoral (IFE), Hugo Concha Cantú, dijo que el sufragio en blanco promovido por diversas organizaciones es una aceptación de la importancia del voto, porque su expresión es un acto de protesta.

En la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), descartó que el voto nulo sea un descrédito para las instituciones. Quienes están yendo a votar, aunque nulifiquen el voto, corroboran la importancia de ese acto.

En la presentación del libro Candados y contrapesos: la protección de los programas, políticas y derechos sociales en México y América Latina, dijo que en las elecciones federales de este 5 de julio, el abstencionismo podría rondar entre 40 y 50 por ciento.

Estimó necesario que el movimiento ciudadano que promueve el voto en blanco constituya una agenda común en beneficio de las demandas sociales, pues si se muere (en las elecciones), habrá sido un gran suspiro.

Admitió que las reformas electorales pasadas han excluido un eje básico, el de la ciudadanía, y confió en que la próxima reforma en la materia incluya las demandas ciudadanas. Aunado a ello, cuestionó la labor de la fiscalía electoral, pues no cumple (los objetivos) para los que fue creada.

Al comentar el libro, coordinado por David Gómez, Concha subrayó que las urnas no satisfacen el problema del combate a la pobreza; el asunto de fondo en México, dijo, reside en que no funciona el estado de derecho, el cual es de baja intensidad.

Por su lado, Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, dijo que se requiere el acompañamiento de la ciudadanía los 365 días del año en la fiscalización de los programas sociales, en lo que coincidió David Gómez.