La ex jefa delegacional de Miguel Hidalgo, Gabriela Cuevas, durante su gestión se dedicó a privatizar las unidades deportivas en la demarcación. El caso más representativo de esta situación, denunciaron residentes de la colonia Tlaxpana, es el deportivo Plan Sexenal, donde se construyó, sobre la cancha de beisbol, una escuela de equitación, que es administrada por una empresa privada.

Para entrar a la Escuela de Equitación Miguel Hidalgo es necesario pagar una inscripción de 500 pesos y una mensualidad de mil 300 pesos por dos clases a la semana. Esta cantidad, señala Salvador Cambray, usuario del deportivo, es ridícula porque Plan Sexenal se encuentra en una zona popular y quienes habitan en las colonias aledañas no cuentan con los recursos para acceder a las clases.

Además, considera, es una burla porque están ocupando el espacio de la cancha de beisbol, donde se instalaron los obstáculos para los caballos, provocando que ahora los equipos no tengan donde entrenar. El beisbol es más popular que la equitación, y podemos comprobarlo porque la escuela no tiene ni gente.

De igual forma, en el deportivo inaugurado en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas se privatizaron desde hace un mes las canchas de futbol, que ahora son administradas por las ligas. Para pertenecer a alguna de ellas, informó el vecino, se debe pagar 40 pesos por hora, lo que ha orillado a los usuarios a ocupar las canchas de basquetbol, volibol y un auditorio al aire libre para practicar futbol.

Los gobiernos panistas, pero en especial el de Gabriela Cuevas, tienen una visión de negocio del deporte. Sólo buscan lucrar con las instalaciones deportivas y promover las actividades que dejan dinero, considera Salvador Cambray, quien es integrante de la asociación Urbanitas.

Partiendo de ese punto de vista mercantilista del deporte, a la ex delegada no le bastó con despojar de las canchas de beisbol y futbol a los vecinos, sino que ordenó que se cobraran 40 pesos mensuales y una anualidad de 63 a los usuarios de la pista de atletismo, quienes optaron por correr afuera de las instalaciones del Plan Sexenal.

Los vecinos consideran que las autoridades delegacionales tienen todo el derecho de buscar fuentes de ingreso para autogestionar a las unidades deportivas, pero, insiste, no se vale que permitan negocios privados con bienes públicos.

Si los panistas quieren hacer negocios, que inviertan, busquen los espacios, compren los terrenos y que generen ellos mismos la infraestructura, pero, señala Cambray a nombre de los usuarios del deportivo, no se metan con las áreas que se compraron y se mantienen con nuestros impuestos.

Exige que la administración delegacional sea transparente y justifique estas arbitrariedades, además que reporte qué empresas manejan esos espacios, con qué fin y cuánto aportan a la delegación.