La desocupación en Estados Unidos se duplicó entre personas que tienen ese estatus
Italia redujo de 500 mil a cero el cupo para esos trabajadores; Austria lo disminuyó en 20%
Miércoles 1º de julio de 2009, p. 33
París, 30 de junio. Los países desarrollados deben resistir cualquier tentación de cerrar las puertas a los inmigrantes ahora que la recesión crea mayor competencia por menos empleos, señaló el martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La entidad publicó un informe sobre la migración internacional, en el que destaca que el desempleo entre los inmigrantes casi se ha duplicado en Estados Unidos, España e Irlanda desde el comienzo de la crisis económica.
Ningún gobierno ha anunciado hasta ahora planes drásticos para cerrar las fronteras, pero Italia ha reducido a cero desde 500 mil el cupo de inmigrantes no estacionales, mientras que Austria lo redujo en 20 por ciento, precisó José Ángel Gurría, jefe de la OCDE.
La migración no es un grifo que pueda ser abierto y cerrado a voluntad
, sostuvo Gurría en conferencia de prensa, recordando que algunos partidos políticos extremistas habían sacado buenos resultados en las elecciones de junio en el Parlamento Europeo.
“El discurso antinmigración parece ser popular. ¿Por qué? Porque las condiciones son difíciles y esta situación se refleja en el discurso público. La gente habla de la ‘amenaza de los inmigrantes que arrebatarán nuestros trabajos’”, comentó Gurría.
Tenemos que hacer todo lo posible por combatir esta tendencia. Tenemos que evitar adoptar políticas migratorias deliberadas que cierren las puertas de los países desarrollados
, afirmó. En España, la tasa de desempleo entre los inmigrantes llegaba a 27.1 por ciento en el primer trimestre, frente a 15.2 por ciento entre los nativos, señaló el informe de la OCDE. Los gobiernos necesitan políticas sobre el trabajo inmigrante que puedan adaptarse con facilidad tanto a los buenos como a los malos tiempos, señaló la OCDE.
A la hora de enfrentar la crisis del empleo, los gobiernos necesitan asegurarse de que los inmigrantes no caigan víctimas de la creciente xenofobia y de que las prácticas discriminatorias no empeoren una situación ya difícil para ellos
, declaró Gurría. Los inmigrantes por lo general son los más perjudicados durante una recesión, porque trabajan en sectores precarios, como la construcción.