En sala llena, con un público integrado sobre todo por miembros de la comunidad cinematográfica –directores, productores, estudiantes–, nacionales e internacionales, se discutió el papel del documental en el mundo y el uso de nuevas herramientas tecnológicas, desde distintos puntos de vista.

Todos nos sentimos atraídos por el cine, por la luz, como palomillas, dijo el director estadunidense Godfrey Reggio.

Los cineastas, planteó la mexicana Diana Cardozo, realizadora de Siete instantes, tienen una responsabilidad ética: no hablo de hacer cine político, sino de carácter ético, comprometido con nosotros mismos. Al fin y al cabo, un cineasta es un trabajador de la comunidad.

Juan Paco Urrusti, moderador de la mesa El documental como agente de transformación social, e integrante del comité organizador del encuentro Escenarios, dijo que había que tener en mente que el arte tiene la función de sensibilizarnos.

Por su parte, Reggio, director de Koyaanisqatsi, lanzó la provocación: Estamos inundados en un mundo de imágenes, no hay forma de escapar de ellas. La imagen se ha vuelto más poderoso que el lenguaje.

Y siguió: Todos los seres humanos somos enormemente frágiles, influenciables por las imágenes. Por lo tanto, advirtió, tengan cuidado con las imágenes y la verdad.

Propaganda y manipulación

El canadiense Peter Wintonick, director de Manufacturing Consent: Noam Chomsky and the Media, estuvo en desacuerdo, y afirmó que a estas alturas ya hay un sano escepticismo (hacia las imágenes)... nadie toma en serio lo que ve en la televisión.

Reggio recordó que la palabra documental primero se usó en referencia a cintas de propaganda. El tema del documental como propaganda surgió en numerosas ocasiones durante la mesa redonda. El mexicano Nicolás Echevarría habló extensamente acerca del documental como propaganda y manipulación.

A este respecto, Diana Cardozo dijo que el documental no necesariamente tiene que ser propaganda y que más bien apuntaría a un cine cuestionador, que abre preguntas, complejidades.

En otro momento, Cardozo enfatizó la importancia de ver al de enfrente como ser humano: Para que el odio, la brutalidad y el genocidio sean aceptados, hace falta ver al otro como objeto de odio; se despoja a los otros de los rasgos individuales y se convierten en el grupo enemigo. Por mencionar un caso cercano, “no sabemos de (los asesinados de todos los días), sólo que son narcos, y parece que con eso es suficiente; sólo se nos dice que son enemigos en esta guerra”.

En este sentido: Muero por hacer una película sobre esas personas comunes que un día se convierten en una máquina de matar, dijo Cardozo.

Por otro lado, Reggio aconsejó sólo convertirse en cineasta si es algo que te es imprescindible, que tienes que hacer, y comprender la tremenda influencia que se tiene sobre la gente. A veces se puede afectar a alguien para toda la vida.

Reggio fue monje y se dice que Los Olvidados, de Luis Buñuel, cambió su vida.

A tu manera, como cineasta, puedes transformar el mundo, pero desde cómo lo concibes. El realizador dijo que no le ve caso a pretender hacer algo así como cine global. Si quieres cambiar el mundo, mantente local; haz cine para tus relaciones cercanas, con y para ellos; por ejemplo aquí en México, cine indígena.

Un paso fuera del mundo

Otro tema del que se habló mucho fue de lo vertiginoso del mundo actual y la tecnología.

Vivimos en un mundo que está rebasando al futuro, opinó Reggio. Nos movemos tan rápido –planteó– que se vuelve imposible encontrar un lugar donde colocar la cámara. Para situarla necesitas dar un paso fuera del mundo. (Lo cual no tiene que ver con dejar de estar comprometido.)

Peter Wintonick aterrizó a los presentes y recordó que en comparación con la ficción, los documentalistas trabajamos en los márgenes.

Echevarría planteó cómo las herramientas influyen en la edición de una película. Más adelante dijo que con un cambio de tecnología, se transforma la manera como uno piensa y se expresa; o sea, no es lo mismo escribir al esculpir, como un maya, que en un teclado; incluso no es lo mismo escribir a máquina que en computadora.

El público tenía tantas ganas de participar y preguntar que Wintonick sugirió que todos se rebelaran y se brincaran la comida. El seguimiento de un horario se impuso.

Hoy, en el CCC, a las 10 y 11:10 horas, las cineastas Yolanda Cruz y Coco Schrijber impartirán clases magistrales sobre su visión del documental. A las 12:15 horas se llevará a cabo la mesa redonda Fronteras narrativas: modalidades de representación de la realidad, con Michel Lipkes, Godfrey Reggio, Coco Schrijber, Luis Ospina, Juan Carlos Rulfo y Yulene Olaizola. Por la tarde y noche se exhibirán Perpetuum mobile (Dora Juárez), Sumercé (Isabel Muñoz), Zoogocho (Bernardo Arellano) y Rencuentros: 2501 migrantes (Yolanda Cruz). En la Cineteca Nacional también habrá funciones.

El séptimo encuentro internacional de cine documental Escenarios se lleva a cabo en el CCC. Entrada libre. Cenart, Tlalpan 1670, esquina Río Churubusco. Teléfono: 4155-0090. También hay funciones en la Cineteca Nacional. www.elccc.com.mx/joomla/