El convenio busca fijar en menos de mil 700 el número de ojivas
Sábado 4 de julio de 2009, p. 18
Moscú, 3 de julio. Los presidentes de Rusia, Dimitri Medvediev, y de Estados Unidos, Barack Obama, firmarán aquí el lunes próximo un acuerdo marco sobre desarme nuclear, el cual, por ahora, parece más bien un catálogo de intenciones, entre otras fijar como meta un umbral de ojivas por debajo de mil 700 unidades, pero que –por las aún irresueltas diferencias de fondo– no establecerá fecha para iniciar la reducción de armamentos estratégicos.
Queremos que un nuevo Start (siglas en inglés del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, suscrito en 1991 y cuya vigencia expira el 5 de diciembre) esté listo antes de finales de año, pero en ningún caso vamos a sacrificar contenido por una fecha
, precisó Serguei Prijodko, asesor de política exterior del titular del Kremlin, en vísperas de la primera visita de Obama a Moscú, del 6 al 8 de este mes.
Con ello, el alto funcionario ruso recordó que Rusia vincula los parámetros y plazos del desarme nuclear a los planes estadunidenses de instalar componentes de su escudo antimisiles en Europa oriental, lo que considera una amenaza a su seguridad nacional.
Prijodko anticipó que los presidentes firmarán un llamado Entendimiento conjunto sobre reducción de armas estratégicas
, documento político y por ahora jurídicamente no vinculante que fijará las directrices a seguir por los equipos que negocian el nuevo pacto de desarme nuclear que debe sustituir el Start.
El texto hace referencia a cifras o magnitudes, pero no contiene ninguna fecha concreta (para comenzar la reducción de armamentos)
, aclaró el asesor de Medvediev.
Será el principal resultado de la reunión cumbre, mas no el único, pues también se prevé la suscripción, entre otros documentos, de sendos convenios de cooperación militar y sobre tránsito de armamento convencional de Estados Unidos hacia Afganistán.
Rusia, que ya había reanudado su autorización para el tránsito de mercancías estadunidenses no letales
, ahora permitirá el envío de armas de Estados Unidos por aire y tierra, satisfaciendo así la petición de la Casa Blanca, que busca rutas alternativas –más seguras que Pakistán– para los suministros a sus tropas en Afganistán, país que no tiene salida al mar.
Es, sin duda, un gesto que trata de crear un ambiente constructivo para las conversaciones que, con una agenda muy amplia, sostendrán Medvediev y Obama el lunes y martes de la semana entrante.
El anfitrión, en un mensaje de video colgado en la página web del Kremlin, reiteró hoy su voluntad de relanzar
la relación bilateral, deteriorada por los desencuentros con la anterior administración de Estados Unidos.
El nuevo gobierno del presidente Obama ha expresado el deseo de modificar la situación y de construir relaciones más efectivas, confiables y, a fin de cuentas, modernas. Estamos dispuestos a cumplir nuestra parte
, afirmó el presidente ruso.
Obama, el día anterior, marcó diferencias entre Medvediev y el primer ministro Vladimir Putin, al que atribuye tener mucha influencia en la toma de decisiones de Rusia y con quien se entrevistará el martes.
“Creo que, aunque hemos dado pasos significativos con el presidente Medvediev, es muy importante que Putin entiende que los enfoques que prevalecían en tiempos de la guerra fría sobre las relaciones entre Rusia y Estados Unidos son ya obsoletos y llegó la hora de avanzar por otra vía”, dijo Obama en una entrevista a la agencia AP. Agregó que, a diferencia de Medvediev, Putin tiene un pie en la vieja manera de hacer las cosas y otro en la nueva
.
El premier ruso no podía ser menos y respondió esta tarde con uno de sus habituales chascarrillos: “Eso de que tengo un pie en el pasado y otro adelante… siempre piso firme y miro hacia el futuro y, desde luego, nunca me voy a empinar”, declaró a la prensa local antes de decir que Obama es bienvenido a Rusia
.