Internet fue un espacio privilegiado para hacer campañas políticas y en éste se reflejó la pobreza de la contienda electoral de 2009, se asegura en un monitoreo de los espots de la elección federal elaborado por la organización Propuesta Cívica.

Durante la presentación de los resultados de este ejercicio, se informó que los espots negativos, caracterizados por la calumnia y la difamación, representaron 9.1 por ciento del total, pero dominaron la escena en Internet, y aun cuando fueron inferiores en número a los mensajes institucionales promovidos en radio y televisión tuvieron un mayor impacto.

A tal grado, que por cada mensaje institucional fueron vistos tres negativos. Las cifras de la organización revelan que mientras un mensaje negativo fue visto mil 450 ocasiones, un institucional sólo se vio 517 veces.

El análisis –que abarcó campañas federales y locales– incluyó mil 534 mensajes difundidos entre el 26 de marzo y el 19 de junio de 2009 en 15 noticiarios de diez canales de televisión abierta en la ciudad de México y en el sitio www.youtube.com.

De acuerdo con el estudio este tipo de propaganda contenía lenguaje soez, agresivo y discriminador. El caso más extremo de la burla fue el que se realizó contra la niña Mariana –quien estuvo al frente de los promocionales del PRD–, pero a la vez fue el más visto con 54 mil 850 reproducciones en la web. El segundo lugar lo ocupó el espot negativo titulado Partido Acción Nacional, acción irresponsable, con 30 mil 249 reproducciones.

En estos y muchos otros casos la valoración del adversario partió de la calumnia, la diatriba y la difamación en lugar de la confrontación de propuestas y diagnósticos de la realidad del país basados en evidencias, en la investigación y su contextualización, revela el informe.

Por otra parte, el catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana Francisco Javier Esteinou Madrid advirtió que con el apoyo a la campaña del voto en blanco, el duopolio televisivo sólo busca recuperar un buen negocio, que le fue arrebatado de las manos al ponerse en práctica las disposiciones de la reforma electoral.

Especialista en medios de comunicación y profesor en la UAM-Xochimilco, advirtió que las televisoras sólo buscan presionar a las elites en el poder utilizando una bandera de la sociedad civil frente al hartazgo que genera la clase política.

Agregó que nadie puede creer que las dos grandes empresas televisivas se interesen ahora por la democracia, cuando durante décadas cerraron sus pantallas y espacios radiofónicos a una participación plural y ciudadana.