Capital
Ver día anteriorLunes 6 de julio de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Casi de noche, pistola en mano, militantes del PSD intentaron robar una urna

Iztapalapa: una elección con 3 variantes de fraude electoral

En el ardid fallaron los niños verificadores, las cartas apócrifas y los funcionarios desinformantes

Foto
Poco antes de la hora marcada para el cierre de casillas, ciudadanos de Iztapalapa continuaban emitiendo su votoFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Lunes 6 de julio de 2009, p. 41

Fuera de la casilla, invariablemente, había una mujer con gorra o playera roja, una señora en pants con una bolsa de mano, varios tipos malencarados y un enjambre de niños. Nadie estaba allí por casualidad. La de la prenda roja era la coordinadora del grupo; la de la bolsa, la encargada de pagar; los de pocas pulgas, los vigilantes, mientras los niños cumplían, quizá sin saberlo, el triste papel de verificadores: cuando alguien aceptaba vender su voto en 400 pesos, los pequeños lo acompañaban hasta la intimidad de la mampara de plástico para atestiguar y transmitir que el cliente había tachado el escudo del PRD y el nombre de Clara Brugada... para perjudicar a Clara Brugada y favorecer a Silvia Oliva, la candidata del partido amarillo opuesta al movimiento de Andrés Manuel López Obrador.

El esquema se repetía, manzana por manzana, en numerosas casillas de las colonias Ampliación Ejército de Oriente, Vicente Guerrero, Ixtlahuacán, Santa Marta Acatitla y Chinampas de Juárez, en las que además de coaccionar a los ciudadanos con propinas vergonzantes, la estructura de Oliva repartió miles y miles de copias de una carta apócrifa, atribuida a Rafael Acosta, alias Juanito, candidato del Partido del Trabajo, en la que éste supuestamente informaba al público en general que se había arrepentido de prometer que renunciaría en favor de Brugada si triunfaba en las complicadísimas elecciones de ayer. El mensaje traía por el lado opuesto una dizque furibunda y complementaria declaración de López Obrador, pletórica de oportunos insultos contra Juanito.

La tercera variante del fraude, que un grupo de reporteros detectó ayer recorriendo algunas de las zonas más miserables de Iztapalapa, estuvo a cargo de los funcionarios de casilla que representaban al Instituto Federal Electoral (IFE) y al Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF). Estos comunicaban a los votantes más despistados e ingenuos que sólo había boletas para la elección de diputados federales, y que no sabían en dónde se entregaban las correspondientes a jefe delegacional y asambleístas capitalinos. La estafa era notoria, por ejemplo, en las urnas de las casillas 2181 y 2179, de la colonia Ejército de Oriente, donde las papeletas, sobre todo para jefe delegacional, eran mucho menos que las depositadas para diputados federales.

Robo socialdemócrata

Pero nada de esto bastó para que la corriente contraria a López Obrador derrotara a Clara Brugada. Síntoma de ello fue el incidente que protagonizó un grupo de militantes del Partido Social Demócrata (PSD), que poco antes de las 19 horas llegó a la esquina de cerrada de Acapulco y calle La Polvorilla, para tratar de robar, pistola en mano, las urnas de la casilla 2899, donde la votación para Juanito –es decir, para Brugada y López Obrador– era copiosísima. Sin embargo, como los que habían sufragado allí se defendieron como gatos boca arriba, los asaltantes empezaron a echar balazos al aire y por una única y milagrosa vez, la cosa no terminó en tragedia gracias a la intervención de la policía.

Que Jesús Ortega, el presidente nacional perredista, no estaba para nada satisfecho con los resultados de Iztapalapa, se puso de manifiesto pasadas las 20 horas, cuando en una rueda de prensa en sus oficinas de la avenida Benjamín Franklin, el hombre de los bigotes tristes masculló que todos los que hicieron campaña por los candidatos de otros partidos ya están prácticamente expulsados del PRD.

Pues entonces que expulse a todos los perredistas que se aliaron al PSD para luchar contra el pueblo de Iztapalapa, respondió Clara Brugada, hora y media más tarde, luego de comunicar a los reporteros que una vez computadas 572 casillas –de un total de 2 mil 240–, tenía 45 mil 404 votos en su favor por 31 mil 108 para Silvia Oliva, lo que le daba una ventaja de 59 contra 41 por ciento y marcaba una tendencia irreversible.

Y de repente, una llamada telefónica avisó a este diario que el Programa de Resultados Electorales Parciales (PREP) del IEDF confirmaba la victoria del Partido del Trabajo, es decir, de Brugada, es decir, de López Obrador, y que desde ese momento el PRD tenía un nuevo candidato a la Presidencia de la República, llamado... Juanito.