Jesús Ortega Martínez, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), vislumbraba anoche que el sol azteca obtendría por lo menos 15 por ciento de votación, y dio por hecho que los perredistas que apoyaron a otros partidos y proyectos políticos fuera están de las filas del instituto político.

En conferencia de prensa, manifestó que a lo largo del proceso electoral, el partido enfrentó dos tipos de ataques: el de la ultraderecha y el fuego amigo proveniente del fundamentalismo de izquierda que pretendía desfondar al partido en estas elecciones. Señaló que estos últimos, desde las filas del partido hicieron trabajo de zapa.

No quiso mencionar a Andrés Manuel López Obrador, aunque la mayoría de los reporteros insistentemente le pedían que hablara de manera abierta de una expulsión de facto para el ex candidato presidencial y para aquellos líderes y militantes perredistas que apoyaron a candidatos de otros partidos en estos comicios, con base en un resolutivo del Consejo Nacional del 14 de diciembre pasado.

Es decisión mía no dar nombres porque son varios los casos. Lo que me interesa decir es que el PRD no fue desfondado, que los esfuerzos por debilitarlo no tuvieron efecto, que sacamos un resultado importante que nos da una fuerza y un piso para iniciar la nueva etapa del partido, aunque dejó claro que el Consejo Nacional define que quien vota por otro partido deja de ser automáticamente miembro del partido, resaltó.  Ésa fue su decisión y cada quien asumirá las consecuencias. En términos del resolutivo citado, fuera están, con toda claridad, remarcó.

Ortega esbozó un balance sobre lo obtenido por el sol azteca en los comicios, aunque obvió hablar de derrota. El partido sigue en pie, dijo, y cuando se le preguntó sobre la pérdida de la presidencia municipal de Ecatepec, estado de México, respondió: todavía no tenemos completos los resultados. En el caso de la delegación Cuajimalpa, manifestó que sus resultados preliminares desmentían la versión de que habían perdido. Iztapalapa la dio por ganada.

Al inicio de su presentación dio lectura a un documento, pasadas las 20:30 horas, minimizando una caída del partido en las preferencias electorales.  Aseguró que 15 por ciento es superior a lo que registraban en noviembre del año pasado, de 9 por ciento, sin mencionar en ningún momento que sus proyecciones eran, para estas elecciones, de por lo menos 18 puntos, el histórico registrado por el partido en comicios intermedios.

Con gran esfuerzo, expresó: logramos evitar la caída estrepitosa que algunos nos prepararon. Ganaremos un buen número de municipios en todas las entidades donde se desarrollaron elecciones concurrentes y lo mismo sucede en un número menor pero significativo de distritos locales.

Refrendó un triunfo contundente en la capital del país, donde, aseguró, no aceptamos una derrota en la Miguel Hidalgo, aunque en Benito Juárez los resultados nos son adversos.

Sobre los distritos de mayoría relativa sostuvo: en el Distrito Federal estamos ganando 24 de 27; los dos de Baja California Sur; mayoría en Michoacán, Chiapas, Zacatecas y un número importante en el estado de México, en Guerrero, en Nayarit, en Oaxaca, en Morelos, en Hidalgo, en Tabasco y probablemente en otras entidades.

Así que, advirtió, estamos de pie. Somos el partido de izquierda más importante del país y   hemos sorteado un momento muy difícil, y lo hemos hecho con sobriedad y con firmeza. Ahora iniciamos un esfuerzo que será grande y fructífero para reconstruirnos con una nueva visión de la izquierda que, recuperando lo mejor de nuestra historia se enriquezca modernizándose en su programa, en sus tesis, en sus propuestas.

Resaltó en su pronunciamiento que la elección fue influida por muchos factores que la hacen particularmente excepcional. Destacó la crisis económica sin precedente en el país, la escasa participación de la ciudadanía, las campañas para inutilizar el voto; la movilización del aparato burocrático del gobierno federal para utilizar la estructura federal con propósitos electoreros, lo mismo que gobernadores del PRI y el PAN. Resaltó el comportamiento de los mandatarios del estado de México, Veracruz, Nayarit y Guanajuato.

Anunció que habrá un consejo nacional para un balance electoral, probablemente a finales de julio, principios de agosto.  

Por la noche, dirigentes perredistas advertían que se perdían Chalco, Valle de Chalco, Texcoco, Ixtapaluca, Nezahualcóyotl  y Ecatepec.

Dolores Padierna, dirigente de Izquierda Democrática Nacional, tras la presentación de Ortega se mostró contra la expulsión de perredistas del partido y, a diferencia del líder perredista, celebró que PT y Convergencia mantuvieran su registro. En la sede del partido no hubo ninguna celebración.