El segundo ciclo de exposiciones temporales titulado uno + infinito, del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MuAC), se inició formalmente con la inauguración de Petit mal, colectiva internacional que reúne escultura y nueva tecnología, generada por el recinto ubicado en el Centro Cultural Universitario. Eso, no obstante que la primera muestra del ciclo, ULF Rollof: proyecto Axolotl, fue abierta el pasado 18 de abril.

Petit mal tiene como premisa “un episodio de interrupción de las funciones cerebrales causado por una actividad eléctrica anormal: se caracteriza por una abrupta y corta pérdida de conciencia o algún otro tipo de cambio drástico en el comportamiento.

Son pequeños bloqueos o lagunas que me cortan mi discurso. Surge en todos los seres vivos, ejemplificó Guillermo Santamarina, coordinador curatorial del MuAC.

En 1989 el artista australiano Simon Penny desarrolló el robot Petit mal, obra que propone la aplicación de ese fenómeno neurológico a la robótica, en un intento por generar condiciones que permitan cierto comportamiento autónomo, que significa regresar a la nomenclatura individual, de persona, acotó Santamarina.

Las piezas incluidas en Petit mal tienen que ver con disrupciones de los flujos, que podrían parecer disfunciones, pero que en realidad son lo valioso de la obra, apuntó la curadora Alejandra Labastida. Abre la exposición una instalación de Chico MacMurtrie consistente en grandes pájaros alineados que vuelan un rato y luego descansan. Los visitantes pueden caminar alrededor de las aves pero, como tienen sensores, si hay demasiadas personas y no respetan su espacio vital, se activa un sistema viral que va matando a todas, explicó Labastida.

El ciclo uno + infinito también incluye una exposición antológica, abierta el 4 de julio, del brasileño Cildo Meireles, organizada por la Tate Modern de Londres y el MuAC; para agosto una retrospectiva del alemán Wolfgang Laib, y en octubre una colectiva internacional. Completan el ciclo la colectiva Superficies del deseo, que parte del acervo del MuAC, y Somewhere/Nowhere. Algún lugar/Ningún lugar, del cubano-estadunidense Félix González Torres.

Para Graciela de la Torre, titular de Artes Visuales de la Universidad Nacional Autónoma de México, el MuAC se perfila como un museo universitario que tiene un programa sólido, que ofrece crítica, debate, que incita a la reflexión y la experiencia.

Sobre el efecto de la crisis económica en los proyectos del museo, expresó: en primer lugar hemos sido muy realistas al partir de un techo financiero con un cálculo muy conservador de 2 mil 500 pesos por metro cuadrado de exhibición. Esto incluye la instalación museográfica, el programa editorial y los materiales.