La Comisión Permanente del Congreso de la Unión llamó al presidente Felipe Calderón a garantizar la seguridad pública en todo el territorio nacional, ello durante un debate en el que legisladores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) advirtieron que el asesinato de los líderes de la comunidad mormona de Galeana, en Chihuahua, son evidencia de que se avanza hacia un Estado fallido.

Los legisladores también acordaron solicitar a la Procuraduría General de la República. (PGR) que atraiga la investigación de esos crímenes. Fue el único tema a debate y luego de guardar un minuto de silencio en memoria de Benjamín Le Baron y su cuñado Luis Widmar, los legisladores se enfrascaron en un debate.

El senador panista Gustavo Madero cuestionó al gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas, ya que, sostuvo, falló ante la comunidad mormona, la cual confió en él para que se pudiera combatir secuestros y extorsiones de que eran objeto. El diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Duarte, puntualizó que la única persona que brindó apoyo a los mormones fue el mandatario estatal y cuestionó sobre cuántos homicidios tendrán que ocurrir antes de que la autoridad logre poner en orden a la delincuencia organizada.

Al respecto, el senador Ricardo Monreal, del Partido del Trabajo, resaltó que lo ocurrido en el municipio chihuahuense es conse- cuencia de una mala política en materia de seguridad pública, así como de las complicidades en los estados y las connivencias con los líderes del crimen organizado. Es, indicó, una expresión más del Estado fallido.

Calificó de lamentable la tragedia que afecta a la comunidad mormona, pero subrayó la importancia de no olvidar que existen otros cientos de dirigentes políticos y comunitarios que han sido asesinados y nadie ha elevado la voz por ellos.

En tanto, la arquidiócesis de México, y en particular el cardenal Norberto Rivera Carrera, condenaron enérgicamente el asesinato en Chihuahua del líder mormón Benjamín Le Baron, así como de su cuñado. Precisó que la Iglesia católica reprueba y advierte a los autores de este crimen cobarde que viven en enemistad con Dios y que están en camino certero de la perdición.

De acuerdo al arzobispado de México, ninguna diferencia religiosa nos debe impedir mostrarnos indiferentes ante el horror que el crimen organizado causa en muchas de las poblaciones de México.

Con información de Carolina Gómez