L’aquila, Italia, 9 de julio. El presidente Felipe Calderón concluyó su visita a Italia sin haberse presentado una sola vez ante la prensa internacional. Ni siquiera ha sido visto por el grupo de periodistas mexicanos que lo acompañan en esta gira. Incluso suspendió un mensaje que iba a dar a los medios de comunicación programado para las 18:30 horas (11:30 horas de México).

En su viaje no se pronunció fuera de agenda ni sobre los temas específicos de la gira, mucho menos sobre temas domésticos. El silencio del mandatario fue más evidente por el contraste con el alboroto que han generado la debacle electoral de su partido Acción Nacional en los comicios del domingo, que las exigencias del Revolucionario Institucional que le demanda cambios en su gabinete y que se conoció que un primo suyo, Tarsicio Torres Calderón, es dueño de una guardería subrogada.

De las siete actividades que incluyó su agenda oficial, Los Pinos únicamente informó de una, relacionada con el cambio climático. Se trata de una ponencia que presentó en la sesión del foro de las principales economías sobre energía y cambio climático, en la que volvió a promover su iniciativa del llamado Fondo Verde.

El michoacano explicó, ahora en este foro, el mecanismo para financiar la lucha contra el cambio climático, y propuso que comience con mil millones de dólares, de los cuales Estados Unidos aporte entre 15 o 20 por ciento del fondo, y México, 6 por ciento.

Un boletín emitido por la Presidencia de la República indica que en una reunión privada con el primer ministro de Suecia, Frederick Reinfeldt, Calderón acordó impulsar el comercio y los flujos de inversión bilateral por medio del tratado de libre comercio vigente.

No se dieron detalles concretos de su participación en el encuentro entre el G-8, G-5 y Egipto denominado Asuntos globales: políticas de desarrollo, ni de un almuerzo con los gobernantes de estos bloques y los titulares de organismos financieros internacionales.

Su oficina se limitó a distribuir el documento de la declaración conjunta del G-8 y G-5. También tuvo un breve encuentro con jóvenes, asistió a la sesión sobre la ronda de Doha y a una cena que ofreció Giorgio Napolitano, presidente de Italia.

Además presenció como invitado la conferencia ofrecida por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, pero no tomó parte en ella.

Concluida la cena, voló en helicóptero de esta ciudad al aeropuerto militar G. B. Pastine en Ciampino, donde abordó el avión presidencial rumbo a la ciudad de México para llegar la madrugada de hoy.