Al conmemorarse el Día del Abogado, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), Édgar Elías Azar, afirmó que no hay nada que celebrar ante un estado de derecho que exige más atención y cuidado, que de no recibirlo puede llegar a desmoronarse de nuestras manos.

Por esto urgió a los asistentes, en su mayoría abogados de los diferentes poderes en el Distrito Federal, a recomponer pronto nuestro papel dentro de la sociedad mexicana, buscando recuperar en buenos términos presencia y credibilidad, la cual hemos visto marchitarse cuando menos en los tiempos que ahora corren.

El magistrado Elías Azar remarcó que el estado de derecho exige más atención de sus profesionistas ante el riesgo de que se desmorone en sus manos, “como hace temer la vorágine de acontecimientos ajenos al marco jurídico y a la razón, a escala nacional.

No podemos pensar que esa tarea es de otros. Es nuestra, de los abogados, y así lo debemos asumir. Que nadie de nuestro gremio volteé a otro lado, ¿quién más va a fortalecer al estado de derecho sino los expertos en estado y en derecho?, increpó.

Advirtió que es necesario trabajar en la necesaria y esperada reforma del Estado. O cambiamos o nos cambian, o participamos con decisión o seremos una vez más ignorados por quienes hacen política o por quienes hacen las leyes.

El presidente del TSJDF aclaró que la burocracia y la lentitud de la que se acusa a los poderes judiciales no es solo responsabilidad de abogados y juristas, sino también de los legisladores que aprueban las leyes y los presupuestos.

Refirió que los poderes judiciales en toda la República trabajan con carencias y en condiciones adversas. En muchos abogados hay una sensación de impotencia porque hay responsables de las políticas públicas que no han comprendido que sólo mediante la vía del derecho y la justicia es como México alcanzará sus ideales.

El magistrado se pronunció contra el endurecimiento de las penas, porque ya se cuenta con un Código Penal severo, con condenas para plagiarios de 30 a 70 años de prisión que nadie que no sea un niño podría cumplir.

Como ejemplo, Édgar Elías Azar se refirió a la ciudadana francesa Florence Cassez, acusada de plagio.

“Ella dice: ‘me están condenando a cadena perpetua’, si le das 50 a 70 años de sentencia a una persona de 30 años de edad, no la cumple, porque no llega a los 100”.

En este sentido el magistrado propuso buscar una mayor integración entre las instancias para el combate al delito y tener mucho cuidado con las resoluciones de los jueces. No temerle a los escándalos (por errores cometidos). Yo no le temo ningún escándalo, y si alguien se equivocó que salga, que se ponga arriba del escritorio, que se exponga el caso ante los medios.

Remarcó que ya no se callarán los errores que antes se acostumbraba tapar. No vamos a guardar en un cajón los errores de la procuraduría, ni del Poder Judicial, ni del Ministerio Público, ni de jueces, es un pacto con la sociedad.

Durante la ceremonia se entregaron reconocimientos al jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard y a Jacobo Zabludovsky, entre otros.