El histórico recinto será remozado para que muestre todo su esplendor en 2010
En la segunda versión del encuentro participan 30 libreros dedicados a obras olvidadas
Sábado 11 de julio de 2009, p. 6
Paso uno: lleve una identificación para que el vigilante lo deje entrar por la puerta central de Palacio Nacional.
Paso dos: deténgase para ponerse gel antibacterial en las manos mientras otro vigilante le toma la temperatura a un metro de distancia con un aparatito parecido a una pistola futurista.
Paso tres: deje todo en la banda de los rayos X para una revisión y atraviese el arco de metal. Regrese y deje en una charolita todo lo que olvidó que traía en los bolsillos: celular, llaves, moneditas, clips.
Ahora sí, atraviese el patio y camine hasta la Mortadela del Palacio Nacional, donde este viernes se inauguró la segunda Feria del Libro Antiguo y de Ocasión: Historia Arte y Literatura Mexicana, con la participación de 30 libreros dedicados a los títulos que casi han sido olvidados, primeras ediciones o ediciones con la firma del autor, libros que conservan las marcas de fuego en sus cantos, con lomos ajados, descoloridos pero con un hechizo particular: ése que obliga a abrirlos con cuidado y oler sus páginas. Sí, huelen a viejo.
Los precios son desde unos cuantos pesos a varios miles, por ejemplo El libro rojo, de Vicente Rivapalacio, que está en el módulo del Movimiento de Libreros por el Impulso a la Lectura cuesta 35 mil pesos.
Tenemos una amplia gama de lo que es el libro antiguo, raro, incunable; escritores mexicanos, europeos o una vitrina de volúmenes religiosos mexicanos del siglo XVIII aproximadamente
, cuenta Fernando Rentería, nieto de libreros, quien subraya que ver como negocio a los libros viejos, descontinuados y de colección, es difícil. Más bien es una forma de vida. La piratería podría ser más redituable, por ejemplo.
Exposición de ex libris
Para ser librero no hay escuelas, dice a su vez Ricardo Montaño de El estanquillo errante. En esto se aprende de los demás compañeros, de los compradores, de las aficiones propias. En mi caso no soy coleccionista de primeras ediciones, pero sí un vendedor de primeras ediciones para los coleccionistas
.
Aquí pueden encontrarse desde un documento del siglo XVIII de Lorenzano hasta un libro de comida de Diana Kennedy, agrega, aunque los más antiguos son el de Lorenzano y dos libros de Santa Teresa, del mismo siglo. También una primera edición de El amor en los tiempos del cólera, firmado por su autor, Gabriel García Márquez.
Emilio Cárdenas lleva en el oficio 20 años y casi fue por accidente: Hicimos un negocio con unos terrenos y nos dieron libros como parte del pago y siempre me había gustado leer. Estudié teología y derecho, intenté varias carreras, pero no se me dio así que me dediqué a esto. Aquí tengo libros de arte, de historia, algunas novelas
.
Por ahí también se encuentra una colección de libros de ajedrez. Es en el módulo de Judith Medina, donde sin buscar mucho salta un libro cuya portada realizó Francisco Toledo, o un Diccionario de Geografía Universal.
El año pasado, en la primera feria nos fue bien porque muchos que vienen a visitar el Palacio Nacional se pasan para acá, mexicanos y extranjeros
, dice la librera. Para dedicarte a esto se necesita que te encanten los libros, porque aquí inviertes todo tu dinero
.
La Coalición de Libreros también participa en esta feria. “Traemos cosas raras, autores olvidados, cosas de la crónica de la ciudad de México, algunos pergaminos originales de 1600 y 1700, El Quijote de 1700 y algo, que es relativamente barato (800 pesos) porque es un solo tomo”, dijo César Sánchez.
“El más caro que tengo aquí es de 3 mil pesos que se llama Espectáculos de la naturaleza, con marca de fuego, que es como una enciclopedia que trata de los descubrimientos de esa época.”
A la par de la feria se montó la exposición Francisco Quintanar: alquimista de ex libris (que se abrió ayer y concluirá el 6 de septiembre) y se prepararon la mesa redonda México y su cultura bibliófila: homenaje a Ernesto de la Torre Villar, el miércoles 15; cuentacuentos los sábados y domingos 11, 12, 18 y 19 de julio, y talleres para niños y adultos de elaboración de ex libris y encuadernación. Mayores informes en los teléfonos 36881360 y 3688113
Por otra parte, con miras a tenerlo en todo su esplendor para los festejos por el bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución, que tendrán lugar en 2010, el Palacio Nacional será sometido a una serie de reparaciones y renovaciones
, por lo que el público tendrá que ajustarse a esas obras
.
Así lo adelantó el museógrafo Miguel Ángel Fernández, responsable de la Conservaduría de Palacio Nacional.