Sábado 11 de julio de 2009, p. a15
El 24 de mayo de 1997, el Disquero dio a conocer Lambarena, uno de los álbumes más hermosos que se hayan concebido en décadas.
En los anaqueles de novedades discográficas esplende, 12 años después, una redición magnífica de ese tesoro. (La portada original se reproduce hoy arriba a la izquierda, la nueva en medio).
Se trata de un proyecto producto de la bondad, el amor, la concordia. Fue concebido como un homenaje al doctor, musicólogo, organista, hombre de bien Albert Schweitzer (Alsacia, Alemania, 1875-Lambarena, África, 1965), quien fue reconocido con el Nobel de la Paz por su trabajo en Lambarena, esa aldea de Gabón, donde curó personas, fundó un hospital con sus propios recursos y curó también con la música de Bach, que por supuesto, como el amor, cura.
Dos compositores, el francés Hughes de Courson y el nativo de Lambarena, Pierre Akendengu, unieron los cantos, contracantos, puntos contrapuntos de Bach con el encanto, la frescura, la magia de la música de Gabón. El resultado es de una belleza impresionante. Magia, fascinación, ritual, encandilamiento, cobijo, encanto. Cantos rituales africanos, batir de palmas en plena danza, pies desnudos, tierra madre, batir de parches de tambor, todos los sonidos de la naturaleza entretejidos de una manera increíble con la armonía de la música de Bach. Porque parecería increíble fundir, entretejer, entrepiernar, cobijar mutuamente la música de Bach con la música africana. A los oídos, al alma, llega esa sensación que en primera instancia tratamos de definir con la palabra increíble
, porque cuando la belleza es tanta uno casi no lo puede creer. Aquí el efecto es tan verdadero que la música parece emerger de los más dulces y lindos sueños, cuando volamos, y si volteamos al piso, observamos en la realidad que nuestros pies se han despegado ligeramente del suelo.
Como las casualidades no existen, buscando un disco de John Cage, el Disquero halló otra novedad, causa-efecto, relacionada con Lambarena: el álbum doble Babel, cuyo subtítulo lo dice todo: From Bach in Africa to Mozart in Egypt, es decir, que recopila todos los proyectos, increíbles, que ha realizado De Courson amaridando músicas en apariencia diferentes. Todos esos discos, en especial la serie Mozart en Egipto, también han sido capítulos felices de el Disquero. La aparición de Babel ofrece una lectura nueva, pues el ordenamiento de las distintas piezas, operación de la inteligencia sensual, da como resultado una nueva obra de arte, tan fascinante y hermosa que nos ayuda a volar. Emprendamos el vuelo, soñemos esta música. Escuchemos.