La pérdida de empleos en México, actualmente de la magnitud de la desastrosa crisis del tequila de mediados de 1990, se agravaría aún más el próximo año, incluso si el país sale de la recesión, dijo el jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el país, José Antonio Ardavín.

México atraviesa actualmente su peor recesión económica desde 1995 por la desaceleración en Estados Unidos, su principal socio comercial, y por el brote de influenza A/H1N1 que afectó las actividades productivas del país en mayo.

Según la OCDE, la economía de México se perfila a desplomarse este año hasta 8 por ciento, aunque el gobierno pronostica una contracción de 5.5 por ciento.

Con la caída, una de las más profundas en décadas, se perderían unos 700 mil empleos, según el Banco de México, pero la situación no se calmaría en 2010, cuando la OCDE proyecta una expansión económica para México de 2.8 por ciento.

No hay que ser tan optimistas con que todo se acabó y va a haber una recuperación, mencionó Ardavín; el tema del empleo siempre lleva un rezago muy importante con respecto de la actividad económica, agregó.

La OCDE espera que la tasa de desempleo para México promedie este año 5.7 por ciento, pero se aceleraría hasta 6.9 por ciento el próximo año.

En mayo pasado, la tasa de desempleo de México tocó 5.31 por ciento, la más elevada desde 1996, cuando el país transitaba por la desastrosa crisis del tequila, cuyos efectos se sintieron desde Asia hasta América del Sur.

No hay que decir que el panorama se va a ver mucho mejor, agregó Ardavín. Ha sido la crisis más seria que ha tenido México y el mundo en los últimos 80 años, advirtió.

México ha perdido poco más de 300 mil empleos en lo que va del año, según el número de trabajadores inscritos al Instituto Mexicano del Seguro Social, visto por analistas como un mejor parámetro para medir al empleo.

En 2008, cuando la economía se expandió 1.3 por ciento, se perdieron unos 260 mil plazas laborales, según datos de la Secretaría del Trabajo.

Ardavín dijo que México podría compensar la falta de empleos con las ansiadas reformas estructurales que el país necesita, en materia fiscal, laboral y de energía, y que el gobierno podría presentar en próximos meses. El tema fundamental son las reformas estructurales, dijo.

En los últimos 20 o 30 años México no ha crecido a lo que ha requerido y nos han rebasado largamente otros países (...) por dejar algunas de estas reformas pendientes, manifestó.