El ex candidato del PAN a jefe delegacional de Coyoacán, Obdulio Ávila Mayo, promovió un juicio ante el Tribunal Electoral del Distrito Federal, con el fin de anular las votaciones en más de 200 casillas donde considera que se presentaron diversas irregularidades, y obtener con ello la nulidad de toda la elección en dicha demarcación.

El panista destacó que son seis los puntos fundamentales en que sustenta esta demanda: que tuvo lugar una elección de Estado, por lo que pide al órgano electoral que revise la actuación del gobierno capitalino, específicamente del Ejecutivo local, Marcelo Ebrard Casaubon, y las secretarías de Desarrollo Social y Salud, la Subsecretaría de Participación Ciudadana y la jefatura delegacional, quienes en la precampaña y la campaña entregaron a la población votante recursos de programas sociales y de gobierno, como tinacos, despensas, vales para útiles y uniformes escolares.

Advirtió que existen errores de cómputo en la votación recibida en más de 282 casillas, es decir, en más de 20 por ciento, lo que exige que el tribunal abra los paquetes electorales para que rectifique los cómputos distritales de la elección delegacional.

Agrega que se presentaron diversas irregularidades, como la sustitución de actas sin justificación; se permitió votar a personas sin credencial, a otras se les permitió sufragar hasta en dos ocasiones; que en más de 35 casillas la votación fue recibida por personas no autorizadas por el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), y que en 111 casillas la cantidad de votos nulos fue superior a la diferencia entre el primero y el segundo lugares.

En tanto, ex candidatos de PRI, PAN y PVEM por el distrito 7 federal, en Gustavo A. Madero, promovieron también un juicio de nulidad de la elección distrital, y acusaron al abanderado del PRD, Nazario Norberto Sánchez, de incurrir en las mismas prácticas por las que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) anuló la elección interna en la que contendió –aunque el Consejo Político Nacional del PRD lo ratificó como candidato–, como la compra de votos, promesas de vivienda, coacción y condicionamiento de programas sociales.