Sociedad y Justicia
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Un tribunal negó reclamo de derechos al presidente de Pod Ners

Triunfa demanda de Grupo ETC para cancelar patente sobre frijol en EU
 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de julio de 2009, p. 38

Luego de una década de lucha ante autoridades de Estados Unidos para cancelar la patente del frijol enola concedida a Larry Proctor, el Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración –conocido como Grupo ETC– logró que se negara un reclamo de derechos sobre dicha variedad.

Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos sostuvo que ningún reclamo de la patente cumple con el criterio de no obviedad. El dictamen se suma al rechazo emitido con anterioridad por el consejo de apelaciones de patentes.

De acuerdo con el Grupo ETC, el tribunal estadunidense dio a conocer su decisión en un documento de apenas siete páginas, en el cual determina que cualquier persona que deseara reproducir o mejorar los frijoles amarillos mexicanos haría lo mismo que Proctor, sembrar los frijoles, cosechar las semillas de las plantas resultantes y repetir el proceso de reproducción dos veces más, sin que ello resulte realmente en un cambio.

Hace casi una década el Grupo ETC –entonces conocido como RAFI– denunció que el 13 de abril de 1999 se había concedido la patente del frijol enola (número 5 mil 894 079) a un estadunidense, quien además de que acusó a los campesinos mexicanos de violar sus derechos, por vender frijoles amarrillos en Estados Unidos, demandó a las compañías semilleras y a los agricultores que comerciaban o cultivaban dicha variedad en ese país.

Cargamentos de ese frijol no tuvieron acceso a Estados Unidos y los agricultores enfrentaron demandas de Proctor, presidente de la compañía de semillas Pod Ners.

Este caso muestra que el sistema de propiedad intelectual está diseñado para favorecer a los dueños de las patentes, a costa del bien común y de los conocimientos colectivos de los indígenas y campesinos, expresó Silvia Ribeiro, integrante del Grupo ETC.

En 1999 el Grupo ETC consideró que el caso era un acto de biopiratería que afectaba a los campesinos mexicanos e inició entonces una lucha para que la patente fuera legalmente revocada; solicitó al Grupo Consultivo en Investigación Agrícola Internacional y a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) que investigara la licencia.

Después, el Centro Internacional para la Agricultura Tropical (CIAT) –que cuenta con más de 27 mil muestras de semillas de frijoles, entre ellas 260 de las variedades amarillas– asentó que seis especies de frijol encontradas en su banco genético eran sustancialmente idénticas a los que Proctor reclamaba como suyas.

La FAO y el CIAT externaron su preocupación por la patente autorizada a Proctor, pues obstruiría la misión de distribuir libremente frijoles amarillos y mantener dichas semillas bajo el dominio público.

En 2003, genetistas realizaron una prueba de las huellas digitales del frijol amarillo patentadas por Proctor y concluyeron que el reclamo de novedad del estadunidense era falso, pues sus semillas eran idénticas a las variedades que cultivaban los campesinos mexicanos.

El enola no es un derivado nuevo, probablemente se trata (de la variedad) azufrado peruano 87, asentaron.