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El caso Martí sigue abierto, no se ha encontrado al autor material de la ejecución

Investigaciones de la PGJDF ligan a la banda de La Flor con seis secuestros

Los plagios comparten modus operandi: las víctimas son jóvenes y se hicieron en falsos retenes

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Aspecto de la presentación de cuatro presuntos integrantes de la banda de La Flor, en septiembre del año pasadoFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de julio de 2009, p. 31

Los siete presuntos secuestradores que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) consignó como miembros de la banda de La Flor, entre ellos Sergio Humberto Ortiz Juárez y Lorena González –ex policía federal y ex colaboradora de Luis Cárdenas Palomino–, enfrentan imputaciones directas, pues entre las pruebas aportadas por la procuraduría capitalina al juzgado 32 de lo penal del fuero común, no hay testigos de oídas.

En noviembre de 2008 los inculpados escucharon los pliegos de consignación en su contra. La representación social armó dicho expediente a partir del modus operandi que se utilizó en seis plagios. En todos los casos las víctimas fueron jóvenes pertenecientes a familias adineradas, los levantones se realizaron en falsos retenes policiacos, a los choferes y escoltas también se les privaba de la libertad para después asesinarlos y presionar con ello el pago del rescate, y el negociador siempre informó con exactitud el lugar donde aparecerían los cadáveres de las personas sacrificadas.

Los delitos enumerados en el pliego de consignación abarcan 11 personas secuestradas, cuatro asesinatos, dos intentos de homicidio, dos robos agravados, además de delincuencia organizada.

El juicio está abierto y entre las acusaciones directas que ha realizado la procuraduría capitalina no se encuentra, por ahora, el señalamiento de quién fue la persona que privó de la vida a Fernando Martí.

Los seis plagios se consumaron entre 2007 y 2008. El primero fue en mayo del año antepasado, la víctima fue levantada en calles de la colonia Del Valle y tras el pago de rescate, el joven fue liberado en las inmediaciones de la glorieta de Vaqueritos.

El segundo ocurrió un mes después y el plagiado era hijo de un comerciante de la Central de Abasto. No se concretó el pago del rescate y la víctima fue ejecutada. Su cuerpo fue hallado en la delegación Xochimilco.

Seis meses después un menor de edad y su chofer fueron secuestrados en Jardines de la Montaña. Tres días después el cadáver del empleado apareció en Jardines del Pedregal. En este caso la víctima recuperó su libertad.

El cuarto plagio ocurrió los últimos días de febrero de 2008. Al igual que el secuestro anterior fueron levantados chofer y adolescente. Los primeros días de marzo apareció herido de gravedad el empleado. Al igual que en el caso Martí, los secuestradores fallaron en su intento de asesinar al chofer.

El caso cinco se refiere al secuestro de dos hermanos y el último fue el de Fernando Martí, ocurrido el 4 de junio del año pasado.

Si bien las “diligencias de confronta –procedimiento en el que las víctimas señalan a sus victimarios con ayuda de la cámara de gessel y en la cual son expuestos varias personas, además del sujeto investigado–” no prueban que los seis secuestros fueron realizados por una misma banda, los siete presuntos miembros de La Flor aprehendidos por la PGDJF ya fueron identificados por diferentes víctimas de manera plena.

Tres víctimas han identificado a Ortiz Juárez, aunque ninguna de ellas está relacionada con el caso Martí. Una de las personas que señaló sin temor a equivocarse al ex integrante de la que fuera la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD) como su victimario, fue el chofer del caso cuatro.

A Lorena González la han identificado dos víctimas, una de ellas el chofer de Fernando Martí, quien también sobrevivió al intento de homicidio.

De acuerdo con las investigaciones de la representación social, la banda de secuestradores cuenta con por lo menos tres células y entre las pruebas aportadas al proceso judicial se encuentra la declaración de nueve víctimas que reconocieron una casa de seguridad ubicada en la delegación Tlalpan, donde permanecieron privadas de su libertad.

El caso de Equihua Peralta ocurrió el pasado 22 de abril, es decir, meses después de que la PGJDF aprehendiera a los siete presuntos integrantes de La Flor.