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La Fundación Infantia pide advertir a turistas de la gravedad de cometer ese ilícito

Rechaza Sectur participar en campañas para prevenir la prostitución infantil
 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de julio de 2009, p. 25

Han transcurrido nueve años de gobiernos del Partido Acción Nacional y aún persiste la negativa de la Secretaría de Turismo a participar en campañas permanentes para prevenir la prostitución infantil, delito en el cual eventualmente un turista puede incurrir.

La Fundación Infantia asegura que aun cuando la Secretaría de Trabajo, a petición de la Organización Internacional del Trabajo, y otras instancias gubernamentales han hecho campañas de prevención o persiguen a los promotores del delito, Sectur no se ha involucrado para combatir al denominado abusador ocasional.

Desde la segunda semana de junio, La Jornada solicitó una entrevista con funcionarios de la dependencia, pasta hasta el cierre de la edición no hubo respuesta.

A todos nos ha pasado que estamos en una ciudad o en una playa, de vacaciones; en la discoteca me ofrecen o tengo la oportunidad de estar con un menor de edad. Aquí nadie me conoce, nadie sabe quién soy, estoy de vacaciones, y están todas las oportunidades para explotar como cliente a un menor. Contra ese abusador es que estamos luchando, explicó en entrevista Xavier Martínez Cortina, presidente de la Fundación.

En países como Costa Rica los turistas son alertados en los aeropuertos de que la prostitución infantil es un delito que supone penas severas; pero este tipo de información en México no existe. No hay carteles, trípticos, nada.

Es en este terreno donde la dependencia debería participar: dar información a los turistas u otorgando incentivos a los sectores vinculados al turismo, a cambio de que realicen campañas de prevención, aseguró Martínez Cortina.

El presidente de Fundación Infantia enumeró cuatro grandes áreas en las que se abusa sexualmente de niños y adolescentes: en pornografía, prostitución, trata de personas con fines sexuales, y el mal llamado turismo sexual, que no es sino la explotación de menores en el contexto de viajes y turismo, y es donde se ubica al abusador ocasional.