Washington, 22 de julio. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió su prometida reforma del sistema de salud, que calificó de indispensable para reconstruir la economía del país.

El mandatario, en su cuarta rueda de prensa en horario estelar desde la Casa Blanca, urgió al Congreso a presentar rápidamente un proyecto de ley que garantice cobertura médica a decenas de millones de estadunidenses

Aprobaremos la reforma que reduzca los costos, promueva las opciones y otorgue cobertura con la que todo estadunidense pueda contar. Y lo haremos este año, ofreció Obama, quien enarboló la reforma del sistema de salud como una de las principales ofertas de su campaña en 2008.

Mientras rescatamos la economía de una crisis de grandes proporciones debemos reconstruirla más fuerte que antes. Y la reforma del sistema de salud es un punto vital en esos esfuerzos, dijo Obama.

Los republicanos han manifestado su rechazo al argumentar que el plan es muy oneroso. Asimismo, muchos demócratas se muestran poco convencidos de apoyar una ley que implica nuevos impuestos, cuando la crisis económica sigue sin dar signos de desvanecerse y el desempleo crece.

Varios legisladores acusan a Obama de impulsar un sistema de salud manejado por el gobierno, que irá en detrimento de las empresas privadas del sector.

Obama, quien afirma que la reforma significará un gran ahorro para el país a largo plazo, insistió en que quiere que la nueva ley de salud sea aprobada antes del receso del Congreso en agosto. Si uno no coloca fechas tope en esta ciudad, las cosas no suceden, alegó.

Permítanme ser claro: si no controlamos estos costos, no podremos controlar nuestro déficit. Si no reformamos el cuidado de salud, nuestras primas y gastos propios continuarán aumentando vertiginosamente, señaló.

Si no hacemos algo al respecto, 14 mil estadunidenses cada día seguirán perdiendo su seguro médico. Éstas son las consecuencias de la inacción, dijo el presidente de Estados Unidos, país donde 47 millones de personas (15 por ciento de la población) carecen de un seguro médico.

La ofensiva de Obama se produce en momentos en que una encuesta del diario USA Today y Gallup reveló que la enorme popularidad de Obama podría estar empezando a sufrir ante el pesimismo de los estadunidenses, que se preguntan cuánto más durará la crisis.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, adelantó el martes que los republicanos trabajan junto a los demócratas para alcanzar un proyecto de ley que satisfaga a ambas partes.

Gibbs criticó que algunos legisladores se presten al juego político, con la idea de buscar un fracaso de la reforma de salud que signifique un duro golpe para el gobierno de Obama.

Este debate no es un juego para estos estadunidenses, y ellos no pueden darse el lujo de esperar más la reforma. Cuentan con nosotros para que resolvamos esto. Cuentan con que aportemos liderazgo. Y no debemos decepcionarlos, indicó el mandatario.