Uno de las conjuntos habitacionales más significativos para la ciudad de México se encuentra en conflicto. Denuncias por ecocidio y el señalamiento de una administración fraudulenta es lo que hoy caracteriza a la Villa Olímpica.

Para que el nombre oficial de la unidad esté completo hay que añadir la frase Libertador Miguel Hidalgo. El conjunto arquitectónico lo conforman 904 departamentos distribuidos en 29 edificios y el carácter cosmopolita que adquirió al hospedar a los atletas durante los Juegos Olímpicos de 1968 no se ha perdido del todo. En él existe una importante comunidad de origen extranjero, algunos de los cuales arribaron a México en calidad de exiliados.

Ayer por la tarde personal de la Dirección General de Ecología y Desarrollo Sustentable de la delegación Tlalpan se presentó en la unidad con el objetivo de realizar una inspección en materia ambiental.

No es la primera visita pues las denuncias de poda inapropiada (desmoches) y derribamiento de árboles ya han pasado por diversas autoridades, entre ellas, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal y la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados.

Las áreas verdes de la Villa Olímpica son grandes y cuentan con una importante diversidad de especies.

Fresnos, jacarandas, encinos, cipreses, colorines, algunos de ellos de más de 16 metros de altura, es parte de la riqueza ambiental que existe.

Tras reunirse con la administradora, Nancy Badager –a quienes algunos condóminos señalan como la responsable del ecocidio–, la brigada de la demarcación corroboró un listado de por lo menos 35 afectaciones ambientales.

Un pirul de 10 metros de altura, un colorín de seis y un fresno de dos fueron derribados sin la autorización correspondiente. A ello hay que sumarle más de 30 desmoches, procedimiento de poda excesiva en la copa de los árboles que produce afectaciones en las raíces.

Entre los condóminos que se oponen a la administración de Badager se encuentran Jesús Vázquez, María del Carmen Rivera y Rubén Varela. Los inconformes aseguran que Badager ha hecho un negocio personal de la administración, y que no existe transparencia en el manejo de los dineros.

De acuerdo con la normativa, un condómino no puede ejercer la administración más de tres años consecutivos, sin embargo, Nancy Badager, comenzó su cuarto periodo el 19 de noviembre pasado, para ello y a decir de los vecinos, creó su propia empresa, denominada Basand Asesores, se autonombró representante legal y en dicha calidad fue relecta por la asamblea como administradora general. Los condóminos inconformes aseguran que las asambleas en las que ha sido elegida han estado amañadas, e incluso se da la compra de votos.

Por su parte Nancy Badager argumentó que las talas y desmoches se realizaron conforme a la norma. Que la razón por la cual se tramitaron los permisos correspondientes fue que Villa Olímpica tiene árboles que se han caído con el tiempo, lo que ha ocasionado daños materiales.

Badager, quien afirmó ser propietaria de un departamento desde hace 34 años, dijo que las cuatro asambleas en las que ha sido electa se han realizado conforme a la ley y coincidió con Arturo Aguilar, abogado de la administración, que los vecinos que se oponen a su administración son condóminos morosos, en el pago de sus cuotas.

Aguilar mostró el expediente de un juicio que, afirmó, interpusieron únicamente seis vecinos por abuso de confianza, fraude, mal uso de recursos y malversación de fondos.

El juez tercero de lo civil calificó como no procedente dicha demanda y entre lo que se aportó al proceso, aseguró el abogado, se encontraba un dictamen realizado por un perito contable, contratado por los demandantes, que determinó que no había faltantes en la administración.