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TOROS
El verdadero nombre de Pepe Faroles
 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de julio de 2009, p. a42

Josefina Vicens, la escritora tabasqueña que hizo crónica taurina bajo el seudónimo de Pepe Faroles, fue la primera mexicana que ganó el premio Xavier Villaurrutia. Se lo dieron en 1958, después de Juan Rulfo y de Octavio Paz, en reconocimiento al valor de su novela El libro vacío. Acerca de ella, la investigadora Maricruz Castro presentó hace dos años el ensayo Josefina Vicens. Un vacío siempre lleno, que aborda los múltiples aspectos de la vida pública de esta creadora excepcional.

Nacida en Villahermosa en 1911 –aunque otras fuentes insisten en que vino al mundo en 1915 y llegó a la capital del país en 1919–, Josefina Vicens hizo la carrera de comercio, como se denominaban antiguamente los modestos estudios que realizaban las muchachas de pequeñas aspiraciones para adquirir un título que les permitiera trabajar como secretarias. Pero una vez que obtuvo el diploma que la acreditaba como tal, desarrolló talentos que, para su época, resultan inverosímiles.

En su investigación, Maricruz Castro documentó que la Vicens fue secretaria general de la facción femenil de la Confederación Nacional Campesina. Más tarde fue también vicepresidenta de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) y presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias en el capítulo de guionismo cinematográfico.

Como tal vez recordará quien haya leído esta página el lunes pasado, Josefina Vicens escribió numerosos guiones de películas, entre ellas, Las hermanitas Vivanco (1959), con Sara García y Prudencia Grifell, y Renuncia por motivos de salud (1975), con Ignacio López Tarso y Carmen Montejo. Sin embargo, lo que destaca Castro en su trabajo es la desafiante actitud ante las normas vigentes en la década de 1940, que la tabasqueña mantuvo con frescura y desparpajo, por ejemplo, al ejercer la crítica política con el nombre de Diógenes García o al firmar sus crónicas taurinas como Pepe Faroles, en la revista Torerías, que ella misma fundó y dirigió.

El volumen Josefina Vicens. Un vacío siempre lleno forma parte de una colección de ensayos sobre escritoras mexicanas del siglo XX, titulada Desbordar el canon, que está formando el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores y de Monterrey en el campus de Toluca, y que ha analizado ya la vida y la obra de Nellie Campobello, Elena Garro, Rosario Castellanos y María Luisa Puga. El texto de Castro, hay que decirlo, es sólo uno más en la nutrida bibliografía que gravita alrededor de Josefina Vicens. Y que sigue y sigue creciendo...