Guadalajara, Jal., 26 de julio. La tensión en la zona limítrofe que disputan Colima y Jalisco, que abarca territorios de indígenas nahuas, se ha agudizado desde las elecciones del 5 de julio, en perjuicio de familias del poblado Las Pesadas, municipio de Cuautitlán, advirtió la Red Jalisciense de Derechos Humanos.

La organización no gubernamental dio a conocer que los nahuas se negaron a votar en el municipio de Minatitlán, Colima, y desde entonces han sido objeto de acoso, que comenzó con el corte del suministro de electricidad y con el reforzamiento de un cerco policial que se instaló en el pueblo a comienzos del año pasado. A juicio de la organización, estas acciones implican una política de segregación a la que el gobierno estatal no ha respondido.

Las Pesadas se ubica en la denominada zona B de los territorios que disputan Colima y Jalisco, donde se han agudizado el despojo y la contaminación por la explotación minera.

Las Pesadas se encuentra en el distrito electoral 18, con cabecera en Autlán, y las casillas adonde acudieron a votar los nahuas se instalaron en las comunidades Plan de Méndez y Telcruz.

El organismo humanitario recordó que el 15 de julio 2006 fue asesinado Raúl Delgado, alcalde de Cuautitlán. La averiguación previa sigue abierta, con el expediente 746/2006, en la agencia del Ministerio Público de La Huerta.

La ONG señaló que en febrero de 2006 la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco se declaró incompetente para indagar el conflicto, pero el 24 de enero de 2008 entregó al Congreso estatal un informe en el cual reconoció la necesidad de una amplia investigación para determinar si hay elementos que acrediten crímenes de lesa humanidad contra los nahuas de Ayotitlán y la cuenca del río Marabasco, pero, según la red, nada efectivo han realizado la CEDH ni la Comisión Nacional de Derechos Humanos para avanzar en dicho propósito.