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Las acciones del presidente constitucional no ayudan a la reconciliación, dice Óscar Arias

El intento de Zelaya de reingresar a Honduras, legítima aspiración: Insulza
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Xiomara Castro, esposa del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, encontró ayer un bloqueo carretero en Jacaleapa, unos 85 kilómetros al oeste de Tegucigalpa, cuando pretendía dirigirse a la frontera. Los agentes de la policía le impidieron el paso a ella y una comitiva que le acompañabaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de julio de 2009, p. 22

Santiago, 26 de julio. Los esfuerzos del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, por reingresar el fin de semana a su país son una legítima aspiración del mandatario, afirmó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien sin embargo aclaró que dada la complejidad de la crisis mi opinión es que sería preferible que antes de cualquier decisión en ese sentido esperara a una conclusión de los esfuerzos diplomáticos en curso.

Las afirmaciones de Zelaya fueron publicadas este domingo en el diario La Nación de la capital chilena, a propósito de la decisión del gobernante hondureño de establecer un campamento en la frontera entre Honduras y Nicaragua, luego de haber dado por concluidas las negociaciones de un acuerdo con el gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti desde el 28 de junio pasado.

Insulza reiteró su respaldo a la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, quien de su lado declaró al diario español El País que la presencia de Zelaya en la frontera sur de Honduras, desde el viernes, no ayuda a la reconciliación.

Las opiniones de Arias e Insulza son similares a la postura del gobierno de Estados Unidos, que el viernes sostuvo por medio de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que la acción de Arias es imprudente.

Arias presentó el miércoles a las dos partes la denominada Declaración de San José que contiene una serie de propuestas para solucionar la crisis en Honduras, pero el gobierno de facto no acepta el retorno de Zelaya al poder.

En la entrevista con La Nación, Insulza externó su confianza en que la problemática hondureña todavía puede tener una solución pactada.

El presidente Arias ha presentado una propuesta que incluye esta condición como primer punto: el retorno del presidente Zelaya a sus funciones constitucionales, de las que fue separado de manera ilegítima y por la fuerza. El retorno del orden democrático es absolutamente prioritario y en eso no debe haber titubeos. Es preciso enviar al resto del continente una señal contundente, para que todos aquellos que aún se permitan soñar con proyectos autoritarios queden absoluta y definitivamente desencantados.

En respuesta a las críticas expresadas por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el líder revolucionario cubano Fidel Castro, acerca de que Arias sigue instrucciones de Washington, el mediador dijo a El País que la afirmación no es original, porque lo mismo se dijo cuando a mediados de los años 80 interpuso sus buenos oficios para solucionar los conflictos en Centroamérica.

Las gestiones de Arias le llevaron a ganar el Premio Nobel de la Paz en 1987 y, posteriormente, los sandinistas que eran combatidos por contrarrevolucionarios financiados por Estados Unidos debieron dejar el poder a la derecha, en 1990; los guerrilleros salvadoreños depusieron las armas en 1992 y dieron paso a un gobierno derechista que apenas dejó la presidencia en junio pasado; y los insurgentes guatemaltecos firmaron un pacto de paz en 1996, sin que después se haya castigado a los responsables de miles de asesinatos políticos y desaparecidos.

Arias opinó que no hay intereses externos en el conflicto hondureño, pero admitió que hay muchos que lamentan la decisión de Zelaya de integrarse a la Alianza Bolivariana para las Américas (creada por Chávez) y la influencia que este grupo tiene sobre él.

Esa sigue siendo una preocupación todavía hoy, pero eso en nada justifica el golpe de Estado, sostuvo Arias.