Martes 28 de julio de 2009, p. 34
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) considera que la desigualdad entre mujeres y hombres sigue siendo obstáculo para el acceso al derecho humano a la salud. La mayoría de las personas no gozan de salud en igualdad de circunstancias debido a que son diferentes las oportunidades en cuanto a protección y mantenimiento de la misma.
Agregó que otras desigualdades que se viven por razones de género, edad, lugar de residencia, preferencia sexual, condiciones económica y étnica vulneran derechos fundamentales e impiden el acceso a una calidad de vida saludable y digna.
Esas desigualdades se encubren en las diferencias biológicas (genéticas, hereditarias y fisiológicas, entre otras), así como en patrones socioculturales que con base en criterios, prejuicios, estereotipos y costumbres parten de una masculinidad tradicional machista
y provocan situaciones de riesgo y desventaja sobre la salud o la enfermedad, ocasionando que la familia, la pareja o las instituciones de salud limiten el goce y ejercicio integral de ese derecho en igualdad de circunstancias.
Advierte que en materia de igualdad entre mujeres y hombres deben analizarse diversos padecimientos para identificar los determinantes en la mortalidad y morbilidad en mujeres y hombres.
Refiere que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la biología establece diferencias por sexo en materia de riesgos y necesidades para la salud, ya que en muchos casos se considera que el hombre es el parámetro de funcionamiento fisiológico y social, lo que es conocido como androcentrismo
, por lo que es imperativo involucrar a los hombres en el análisis de género, para que no se obvien sus necesidades de salud, así como la responsabilidad que deben asumir frente a su salud y la del resto de la población.