Por primera vez en la historia, el ingreso de divisas al país por remesas familiares superó al generado por la exportación de petróleo crudo, en un entorno en que las dos principales fuentes de dólares para la economía mexicana van a la baja.

Entre enero y junio pasado, las remesas enviadas por los mexicanos que trabajan en Estados Unidos fueron de 11 mil 78 millones de dólares, 11.94 por ciento menos que en el mismo periodo de 2009, informó ayer el Banco de México.

También, entre enero y junio de este año el ingreso de divisas al país por exportación de petróleo crudo –que hasta ahora fue la principal fuente de divisas para la economía nacional– se situó en 10 mil 605 millones de dólares, 41.3 por ciento menos que en los mismos meses del ejercicio previo, de acuerdo con información divulgada el martes pasado por Petróleos Mexicanos (Pemex).

La caída en los niveles de actividad en sectores de la economía de Estados Unidos que emplean de manera importante inmigrantes mexicanos, como la construcción, ha implicado un choque externo adicional para la economía mexicana, al conducir a una disminución importante en los flujos de remesas, destacó el Banco de México en el Informe sobre la inflación abril-junio de 2009, publicado ayer.

En el segundo trimestre de 2009, las remesas fueron de 5 mil 602 millones de dólares, 17.89 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008, cuando se situaron en 6 mil 823 millones de dólares, informó el banco central.

Mientras, entre enero y junio pasados el monto de remesas disminuyó a 11 mil 78 millones de dólares, 11.94 por ciento menos que en el periodo comparable del ejercicio previo, cuando sumaron 12 mil 580 millones, añadió.

El Banco de México consideró la posibilidad de que la disminución en el monto de remesas se extienda por más tiempo. Hasta ahora, las remesas, según estudios previos del banco central, fueron un factor determinante en la expansión del consumo interno y en el ingreso de las familias más pobres, una combinación que había contribuido a mantener la dinámica de la economía y reducir la pobreza.

Si bien es de esperarse que con la eventual recuperación de la economía de Estados Unidos se observe una reactivación de su industria de la construcción, es difícil que este sector, y en especial la construcción de viviendas, muestre tasas de expansión tan elevadas como las que había registrado durante el periodo de fuertes inversiones en el mercado inmobiliario de ese país. Esto podría conducir a que el crecimiento de las remesas familiares en los próximos años posiblemente sea más moderado que el observado en los años previos a la crisis actual, apuntó el informe.

Aun con la caída sostenida de los últimos meses, las remesas superaron en junio a la exportación de petróleo crudo como la principal fuente de divisas del país. La causa principal está en el ajuste que tuvo el precio del crudo mexicano de exportación, que en los 12 meses precedentes bajó de 84 a 47 dólares por barril, así como por un menor volumen vendido al exterior.