Puebla, Pue. 29 de julio. Este miércoles fueron exhumados los restos del activista social Fermín Mariano Matías, que estaban enterrados en la fosa común del panteón municipal de San Juan Totolac, Tlaxcala, y se les dio sepultura en el cementerio de Francisco Z. Mena, Puebla, de donde era originario.

El cadáver del joven fue encontrado el 26 de junio en un paraje del citado municipio de Tlaxcala y permaneció durante más de 15 días en el anfiteatro de la capital del estado.

Sus familiares negaron que el activista estuviera relacionado con el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y consideraron que su asesinato fue un crimen político y de Estado, por sus acciones legales en favor de diferentes organizaciones.

No obstante, aún no tienen una hipótesis, pues casi no nos platicaba de sus actividades dentro de los grupos en que participaba, dijo su hermano Manuel Mariano Matías, quien exigió el esclarecimiento del asesinato y castigo a los responsables.

Acusó a la Procuraduría General de Justicia de Puebla de no informar a la dependencia homóloga de Tlaxcala que Fermín estaba reportado como desaparecido desde finales de junio.

Las autoridades de Puebla ni siquiera contestaron el oficio que les envío la procuraduría de Tlaxcala sobre el reporte de una persona muerta. Sólo se movieron después de varias manifestaciones para exigir que apareciera mi hermano, dijo.

Manuel Mariano aseguró que los rumores de que Fermín pertenecía al EPR provienen del mismo gobierno, pues así busca justificar su muerte y legitimar la represión.