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Ver día anteriorViernes 31 de julio de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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EZLN: primer sexenio de las juntas de buen gobierno
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espués que el gobierno incumplió los acuerdos de San Andrés, los zapatistas debieron replantear su esquema táctico y formularon una propuesta de trabajo que fortaleciera sus estructuras organizativas, permitiera procesar las naturales diferencias, pero sobre todo que pudiera responder a las necesidades de las bases sociales que componen el zapatismo. De esta manera, hace seis años, decidieron conformar las juntas de buen gobierno (JBG), único sitio del territorio mexicano exento de narcos.

El gobierno federal acusó a los zapatistas de pretender fragmentar o balcanizar el país y fortaleció el cuerpo militar de elite llamado Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) para combatir al EZLN. Ahora muchos de esos elementos se han unido a bandas criminales o creado las propias, controlando franjas de territorio mexicano mediante la extorsión, el secuestro y el tráfico de estupefacientes. Paradojas de la vida: el gobierno federal combatió la balcanización, fortaleciendo a los balcanizadores.

Mientras el Estado mexicano se militarizaba, y con sus políticas erráticas y la complicidad de mandos superiores del gobierno se fortalecía el crimen organizado, el EZLN se echó a cuestas la consolidación de formas y procedimientos de carácter político, contexto en el cual nacen las JBG.

La tarea para el EZLN no ha sido fácil ni sencilla: ha tenido que remar a contracorriente, enfrentando políticas de contrainsurgencia, descalificaciones gubernamentales, pero también el olvido y la incomprensión. Los señalamientos que hizo el EZLN a algunos personajes de la izquierda nacional no son casuales, tienen una historia, pero, como dice El Púas Olivares, esa es otra historia.

Las JBG son un ejemplo de lo que puede hacer el pueblo organizado. Con raquíticos recursos, pero una enorme creatividad y esfuerzo, son hoy la expresión más sólida de que los resultados que arrojan son mejores de los que conocemos en la política tradicional. Los textos de Gloria Muñoz Ramírez nos dan un panorama de lo que ha logrado el zapatismo.

En el terreno de la salud, cientos de promotores y promotoras se preparan en anatomía, fisiología y sintomatología, en tratamientos y, sobre todo, en medicina preventiva y colectiva. Hay talleres de vacunación que atienden enfermedades parasitarias y respiratorias; casas de salud comunitarias provistas de botiquines con las medicinas básicas, tanto de patente como herbolaria. Existe una clínica-hospital con quirófano, consultorio dental, laboratorio de análisis clínicos, un área de oftalmología y otra de ginecología, laboratorio de herbolaria, farmacia y cuartos de hospitalización. También están las clínicas municipales –una con consultorio dental, laboratorio de análisis clínicos y ambulancia– que ofrecen consulta gratuita y, cuando hay, la medicina también es gratis. Cuentan con un laboratorio de herbolaria y casa de alimentos conservados, para mujeres yerberas, hueseras y parteras capacitadas.

En el campo de la educación, cientos de delegados y promotores y promotoras de educación, en centros de capacitación, donde se estudia producción, educación política, artística, cultura, lecto-escritura, salud, deportes, matemáticas, historia e idiomas (español y lengua indígena materna), materias elaboradas por educadores y educadoras de los municipios autónomos rebeldes zapatistas (Marez), más de 200 escuelas comunitarias en resistencia; más de 10 secundarias, donde se estudia lenguaje y comunicación, matemáticas, ciencias sociales, ciencias naturales, humanismo (filosofía del zapatismo), lengua materna y producción, y como parte de la graduación se hacen tareas de agroecología, educación en primarias, apoyo a oficinas de comercialización, trabajo en farmacias.

En el área productiva se crearon bodegas de abastecimiento que atienden cientos de tienditas comunitarias, zapatistas y no zapatistas; cooperativas autónomas de café orgánico, bordados, artesanías; talleres de tecnología en zapatería; se creó una casa editorial: Ediciones Autónomas en Rebeldía, con publicaciones propias; un sistema de medios de comunicación autónomo, con estación de radio regional transmitiendo en la frecuencia de 6.0 megahertz en la banda de los 49 metros de onda corta, Radio Insurgente, la voz de los sin voz. Voz oficial del EZLN, cuya programación abarca temas de salud, educación autónoma, derechos y trabajo colectivo de las mujeres, cuentos para niñas y niños, campañas contra el alcoholismo, comunicados del EZLN, audioteatros sobre la resistencia y la autonomía, barra de noticias que se escucha en Guatemala, el Salvador, Nicaragua y el resto de Centroamérica.

En territorio zapatista mucho falta por hacer, pero mucho se ha hecho, a pesar de los modestos recursos con que se cuenta, por ello lo logrado tiene un valor muy superior y merece el mayor de los reconocimientos. ¡Felicidades a las Juntas de Buen Gobierno en sus primeros seis años de existencia!