Viernes 31 de julio de 2009, p. 37
Luis Iván Maldonado alcanzó el mayor número de aciertos –125 de un total de 128– en el examen de ingreso al bachillerato. Con 15 años, considera que el gobierno “quiere que todos nos quedemos burros” porque no busca que los jóvenes estudien para que logren superarse.
De hecho, afirma que la Reforma Integral de Educación Secundaria (RIES) implementada al final del sexenio de Vicente Fox y continuada en esta gestión, está bastante mal
. Cuando Iván entró a la secundaria comenzó el nuevo plan de estudios.
En primer año, nos quitaron formación cívica y física y, en segundo, química y geografía. Ahora, ya nada más se estudia un año de física, de biología y química en toda la secundaria, con lo cual no te preparan bien para cuando realizas un examen
como el que él y otros dos jóvenes más, de un universo de 304 mil 709 concursantes, logró realizar.
Luis Iván viene de la secundaria pública 35 Vicente Guerrero, en Coyoacán, donde logró un desarrollo académico que al final se vio recompensado con 9.9 de promedio. Su deseo: ingresar a la preparatoria 6 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), meta que ya alcanzó.
Hijo de un empleado bancario y una ama de casa, apunta que la autoridad no deja lugar para la expresión de los jóvenes porque yo siento que no les importa
.
Por otra parte, expresa que una de sus preocupaciones es la educación para todos y también el problema de la inseguridad porque ya sea en la noche o en el día te suceden cosas
.
Admirador de Oscar Wilde, Robert Fisher y el personaje de Harry Potter, creado por J.K. Rowling, confía en que en unos años más será médico cirujano por la máxima casa de estudios.
Por su parte, Rubí Santos Ríos, otra de las alumnas que logró el mayor puntaje, comenta que algo que le preocupa es que las cosas no salgan como yo quiero: que acabando de estudiar, conseguir un empleo y vivir bien, no resulte tan fácil como se supone tiene que ser cuando tienes estudios
.
Procedente de la escuela privada Alejandro Guillot, la joven también eligió a la UNAM para continuar con su bachillerato. Su padre es ingeniero civil y labora en dicha institución educativa. A Rubí, le gustaría estudiar algo vinculado con las ciencias duras.
Dice que duerme mucho, ve televisión, escucha música y no estudia tanto, aunque siempre ha sido una alumna de diez.