Su porvenir es sólo la próxima pelea, dice
Domingo 2 de agosto de 2009, p. a18
Lo único de lo que es culpable Rubén Púas Olivares es que se atrevió a vivir intensamente su momento, dice convencido el ex boxeador Octavio Famoso Gómez, uno de sus grandes compañeros de correrías y célebre púgil en los años 70 del siglo pasado, quien recibió aplausos tanto por sus cualidades en el cuadrilátero como por su gracia en el escenario.
El Púas y El Famoso vivieron los éxitos deportivos ante grandes rivales, y se distrajeron con el esplendor de la farándula que los llevó a protagonizar varias películas y compartir micrófono en centros nocturnos.
“El Púas era un superdotado, con todo y su fama de derrochador de facultades y recursos. Porque era cierto que nosotros no llevábamos el deporte como se debía, nos metíamos excesos de tocho-morocho: bebida, fiestas y chavas. Pss, es que éramos risueños y nos hacían cosquillas”, admite El Famoso.
Empezamos a tener dinero y fama, la posibilidad de desquitarnos de tanta maldita miseria en la que crecimos, ¡carajo!, ¿por qué no hacerlo? Ya logrado el éxito, pss, a disfrutarlo, nada más conque no se acabara antes de tiempo, eso era lo único que nos importaba
, añade.
El boxeador no tiene futuro, afirma, está atrapado en el presente, porque el porvenir sólo es la próxima pelea y el siguiente rival, ya firmé, voy a pelear con fulano; bueno, me voy a poner a entrenar, dejar de chupar y nada más
, así de drástico.
Por eso creo que no somos culpables de nada. Al contrario, si con todos los problemas que teníamos no hubiéramos tenido un alcoholito que nos pusiera felices y tranquilos, pues a la mejor estaríamos enfermos o muertos a causa de todo ese pesar.