Las Águilas se afanaron en busca del empate, pero no les alcanzó el tiempo de compensación
Se dejaron de hacer varias cosas y el rival creció, comentó Boy
Tuvimos un mal día: Ramírez
Lunes 3 de agosto de 2009, p. 3
América no encuentra la fórmula ganadora y ayer perdió 2-1 ante Morelia en el estadio Azteca, pese a que en los últimos minutos intentó con ahínco buscar el empate, pero no le alcanzó el tiempo de compensación.
Las anotaciones fueron del seleccionado nacional Miguel Sabah, al 17, y de Wilson Tiago (40), por los visitantes, mientras Salvador Cabañas, por la vía penal, descontó al 86.
Desde los primeros momentos Monarcas hizo el mayor gasto y llegó en dos ocasiones que generaron preocupación al portero americanista Armando Navarrete, y luego el árbitro Julio Escobar marcó la pena máxina cuando Ricardo Rojas cometió una falta contra Sabah, quien al sentir el abrazo del rival se puso flojito para rodar por el suelo.
Un minuto más tarde el propio agredido cobró la falta, casi por el centro de la portería, pero Navarrete en su intento por adivinar se lanzó hacia la derecha y dejó totalmente desprotegido el marco para que los visitantes inauguraran el tanteador.
Los de Coapa entonces buscaron reaccionar y tuvieron una llegada, aunque de poco peligro, comandada por el 10, ahora a cargo de Cabañas, quien al minuto 26 fue detenido por la fuerza un metro antes del área grande del cuadro michoacano.
Morelia se defendió con una muralla de seis jugadores, que la cimentaron acaso un metro adelante de la distancia reglamentaria. Sin tarjeta de por medio y sin reconvenir a nadie y con sólo el sonido de su silbato, Escobar ordenó que se reanudaran las acciones, que terminaron cuando el esférico se estrelló en la barrera.
Después, de nueva cuenta Cabañas fue frenado ilegalmente en el ángulo derecho del área de Moisés Muñoz. El encargado de cobrar fue Pável Pardo, quien sólo logró espantar al guardameta, pero no pasó de eso.
Dos minutos más tarde los visitantes armaron un avance que tocó la puerta de los anfitriones, donde la zaga local fue burlada por la veloz llegada de Wilson Tiago, quien con toda comodidad remató con la cabeza para poner el marcador 2-0, con el que se fueron al descanso.
La segunda mitad se inició con sendos disparos de Cabañas y de Ángel Reyna, con lo que los anfitriones dieron muestra de que el descanso se convirtió en un curso intensivo de modificaciones, poniéndolos como delanteros, apoyados por Jean Beausejour, y un poco más atrás estaba Pardo.
La afición americanista estuvo a punto del colapso nervioso cuando el recién ingresado Daniel Montenegro soltó un verdadero cañonazo que fue detenido por Muñoz. El tiempo pasaba sin que los de casa encontraran la puntería.
Las Águilas se mantenían en el afán de ir al frente cada vez con mayor confianza, como el disparo de Reyna que Muñoz debió enviar con las uñas a tiro de esquina.
No fue sino al 83 cuando el propio Reyna estrelló el balón en las manos de Mauricio Romero, quien de inmediato cayó al césped como si el balonazo le hubiera reventado en la cara, treta que el silbante Escobar no compró y decretó la pena máxima.
Cabañas se perfiló para cobrar y con un ligero movimiento engañó a Muñoz, quien voló a la izquierda, mientras el esférico entraba a la portería por el lado contrario para el 2-1.
Los de casa no cejaron en su intento de por lo menos empatar, mientras Morelia cada oportunidad que tuvo el esférico no la desperdició y fue empleada para no perder la ventaja, pero los tres minutos de compensación fueron insuficientes para cambiar el resultado definitivo.
En la conferencia de prensa al término del encuentro, el técnico de Morelia, Tomas Boy, se mostró contento con la victoria, aunque un poco molesto porque en un partido que pudo haberse definido con mayor tranquilidad y holgura se dejó crecer al rival, que también tiene muy buenos jugadores (...) Nos hicieron perder el centro del campo de juego
.
En resumen estimó que la escuadra michoacana dejó de hacer varias cosas que se combinaron con la labor del árbitro, de ahí el resultado que, según él, debió haber sido distinto.
Del otro lado, el timonel del América, Jesús Ramírez, fue lacónico: tuvimos un mal día
, con dos descuidos que nos costaron las anotaciones, y si bien fue claro que en los momentos finales comenzó la reacción, dijo que poco se puede decir cuando los goles nacieron de jugadas a balón parado.