La Habana, 2 de agosto. El presidente de Cuba, Raúl Castro, reiteró su disposición a un diálogo respetuoso con Estados Unidos, al que reconoció menos agresividad, demandó una vez más la devolución de la bahía de Guantánamo y reiteró que no habrá modificación del sistema político y económico en la isla, al clausurar el periodo de sesiones del Parlamento.

Estamos listos para hablar de todo, no para negociar nuestro sistema político y social, señaló el jefe de Estado en la clausura del tercer periodo ordinario de sesiones de la séptima legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular la noche del sábado.

Subrayó que Cuba no reconocerá al gobierno estadunidense, a ningún otro país, ni a un conjunto de Estados alguno, jurisdicción en sus asuntos internos.

Cierto es que ha disminuido la agresividad y la retórica anticubana por la administración estadunidense, y tras seis años de suspensión, se reanudaron el pasado 14 de julio las conversaciones entre ambos gobiernos sobre el tema migratorio, las cuales se desarrollan de forma seria y constructiva, destacó.

Debemos respetar mutuamente nuestras diferencias, indicó Castro, quien respondió a recientes declaraciones de la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, sobre la esperanza de supuestos cambios en la isla caribeña.

En respuesta subrayó: A mí no me eligieron presidente para restaurar el capitalismo en Cuba ni para entregar la Revolución, fui elegido para defender, mantener y continuar perfeccionando el socialismo, no para destruirlo.

Castro demandó una vez más la devolución de la bahía de Guantánamo en donde denunció se han realizado torturas, y señaló que no renunciamos ni renunciaremos jamás a la devolución incondicional de este pedazo del territorio nacional, ocupado por Estados Unidos 1903 al amparo de la Enmienda Platt aprobada en el Congreso estadunidense.

El mandatario cubano al finalizar su discurso reiteró que no habrá modificación del sistema político y económico de la isla y afirmó que la tarea que tenemos por delante los comunistas cubanos y todo nuestro pueblo es grande, se trata de definir con la más amplia participación popular la sociedad socialista que aspiramos y podemos construir en las condiciones actuales y futuras de Cuba, el modelo económico que regirá la vida de la nación en beneficio de nuestros compatriotas y asegurar la irreversibilidad del régimen sociopolítico del país, una garantía para su verdadera independencia.