La mañana de este domingo sujetos a bordo de una camioneta realizaron entre seis y ocho disparos de arma de fuego frente al destacamento de la Policía Federal (PF), ubicada en el municipio de Texcoco, estado de México, sin que se registraran personas heridas ni daños materiales, informaron fuentes de esa corporación.

Las detonaciones provocaron una movilización de policías de diversas corporaciones con el propósito de buscar el vehículo, pero hasta el cierre de esta edición la camioneta no había sido localizada. Por la mañana y tarde se daba por un hecho que se trataba de un ataque fallido contra las instalaciones de la corporación, e incluso la propia PF encabezó el operativo de búsqueda.

Sin embargo, por la noche, fuentes de la Agencia de Seguridad del Estado (ASE) descartaron esa posibilidad y difundieron una nueva versión: que varios sujetos a bordo de una camioneta, al parecer en estado de ebriedad, accionaron un arma de fuego al aire cuando circulaban sobre la carretera Texcoco-Lechería, frente al destacamento de la PF.

Durante el domingo, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal no emitió ningún reporte oficial para confirmar la agresión o para desmentirla. Simplemente voceros de la dependencia se limitaron a informar que sí ocurrieron los disparos, pero que la comandancia de la zona reportó en el transcurso del día que no hubo novedades de ninguna índole, por lo que no fue necesario reforzar la seguridad en el entorno del destacamento.

Las fuentes policiacas consultadas precisaron que las detonaciones ocurrieron cerca de las 8:30 horas, cuando desde una camioneta tipo Suburban blanca se percutieron los disparos.

Después de la intensa búsqueda de los sospechosos, mediante patrullajes perimetrales, la situación se normalizó en el área alrededor de las 12 horas.

Según versiones difundidas por comandantes de la PF consultados, y que solicitaron a este diario no mencionar sus nombres, las detonaciones provocaron nerviosismo entre los policías de guardia que se encontraban en el destacamento, ya que creyeron que se trataba de un ataque en su contra. Por ello, de inmediato se comunicaron al centro de mando de la corporación (en Iztapalapa, Distrito Federal) para reportar los hechos y solicitar refuerzos.   

Este hecho se da tres semanas después de que fueron atacadas instalaciones municipales de la PF en otras entidades del país. Los pasados 11 y 12 de julio, en los estados de Michoacán y Guanajuato, sujetos armados ligados al cártel de La Familia balearon los destacamentos de la PF en diversos municipios de esas entidades, en represalia por la captura de Arnoldo Rueda, La Minsa, uno de los principales líderes de esa agrupación criminal.