Respuestas sesgadas y contradictorias, que no reflejan la realidad de las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ni de lo que desean los usuarios, es lo que obtuvo el organismo con la Encuesta Nacional de Guarderías, presentada ayer, acerca de la cual Rosa María Ruvalcaba, profesora de El Colegio de México, resaltó la inconsistencia de las respuestas y la necesidad de que se realice un estudio representativo.

La especialista cuestionó que 38 por ciento de los entrevistados dijera que desconoce las medidas de seguridad en las estancias, mientras 87 por ciento opinó que los niños están seguros en esos lugares. Planteó la posibilidad de que las personas no hayan tenido total libertad para responder, porque el cuestionario se aplicó a la salida de las estancias: es probable que las respuestas estuvieran condicionadas por el temor a perder el lugar para sus niños en la guardería o que ésta pudiese cerrar.

Ruvalcaba participó ayer en la presentación de los resultados de la encuesta, que fue encabezada por el director del IMSS, Daniel Karam Toumeh, a dos meses del incendio de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora.

La especialista, invitada como lectora externa, mencionó que sus comentarios tenían ánimo constructivo, pero planteó varios aspectos que debilitan los resultados de las entrevistas que el IMSS realizó a 10 mil 333 personas entre el 19 y el 23 de junio pasados.

Señaló que debido a que la tragedia de la estancia ABC es muy reciente, las respuestas pudieron estar sesgadas. Dijo que habría esperado una comparación de respuestas entre los esquemas de guarderías del régimen ordinario y las subrogadas, lo cual no fue incluido.

La profesora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales mencionó que las preguntas de la 81 a la 83 versaron sobre las estancias contratadas por el IMSS con particulares, aunque de haber tenido información sobre el tipo de servicio que utiliza el entrevistado, habrían tenido más credibilidad.

Opinó que se obtuvieron más percepciones y prejuicios que opiniones fundadas, entre otras razones porque con los datos de la encuesta tampoco se puede saber si el participante era la mamá, la abuela o abuelo, alguna tía o una persona que ese día le tocó ir a recoger al infante. Destacó la necesidad de que una encuesta posterior, además de que sea probabilística, incluya reactivos que permitan conocer las aspiraciones de los usuarios acerca de las guarderías.

Entre las respuestas obtenidas en la encuesta, 73 por ciento opinó que las guarderías del IMSS otorgan mejor servicio que las privadas; 89, que es muy importante ese servicio para los trabajadores, y 74 por ciento dijo que es adecuado el número de niños que asisten respecto de los que pueden atender en una estancia. Sin embargo, 25 por ciento respondió que cambiaría a su hijo a otra guardería si tuviera oportunidad de escoger.

Al presentar los resultados del estudio, efectuado por tres empresas contratadas por el IMSS, Karam anunció el inicio de una renovada etapa en la vida del instituto, en la que se dará prioridad a la calidad, la seguridad y la transparencia.

Subrayó que garantizar la seguridad y calidad en los servicios que reciben más de 236 mil niños en las mil 568 guarderías del IMSS es asunto prioritario. Señaló que solicitó a Transparencia Mexicana (TM) colaboración para dar seguimiento al cumplimiento de metas en el diseño y ejecución de encuestas de calidad, y orientar el funcionamiento de un mecanismo participativo de protección civil para cada guardería.

En cuanto a la rendición de cuentas, TM supervisará las licitaciones públicas para la contratación de nuevas guarderías, la adquisición de medicamentos y otros bienes y servicios, indicó.

Acerca de la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en entrevista afirmó que no aportó nada nuevo a lo que reconoció el IMSS desde junio en cuanto a las irregularidades y deficiencias que había en la guardería ABC.

Reiteró el compromiso del IMSS con los padres de los niños lesionados para asegurarles atención médica de por vida. Dijo que siete pequeños siguen en hospitales Shriners de Estados Unidos y uno en el Centro Médico de Occidente, en Guadalajara, Jalisco.