Más de una treintena de instituciones educativas, la Cámara de Diputados y el Instituto Nacional de las Mujeres se comprometieron a promover la disposición de recursos adicionales para apoyar la equidad de género en las universidades públicas, ante la discriminación que aún enfrenta el sector femenil en dichos centros de estudios.

Entre las conclusiones de la Reunión nacional de universidades públicas: caminos para la equidad de género en las instituciones de educación superior –que concluyó ayer y fue promovida por el Programa Universitario de Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México–, directivos e integrantes de las escuelas participantes aseveraron que es necesario incorporar la perspectiva de género a las legislaciones universitarias.

Así, sugirieron que la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior realice una propuesta, de acuerdo con todas casas de estudio del país, para conformar modelos, estructuras, planes de igualdad y mecanismos a seguir para promover la equidad.

En la declaratoria final del encuentro, las participantes coincidieron en señalar que es necesario que dentro de las instituciones de educación superior (IES) públicas se cree una estructura o mecanismo que impulse la equidad entre los sexos y que en los consejos u órganos de gobierno de las casas de estudio se forme una comisión que atienda la problemática.

Además, subrayaron la necesidad de que cada institución establezca un plan de igualdad, desarrolle un reglamento para llevar a la práctica la equidad y genere una política institucional que a mediano y largo plazos asegure la participación equitativa de ambos géneros en distintos ámbitos universitarios.

También se impulsará la reforma a los reglamentos internos de contratación, promoción y definitividad, y que se garantice una composición equitativa de tribunales o comisiones responsables de evaluar los concursos a plazas o puestos en cada escuela.

Asimismo, destacaron la importancia de alentar la creación de un programa nacional de posgrado en estudios de género.

En torno a la violencia que aún padece el sector femenino en las universidades, se declaró que es necesario un código de ética con perspectiva de género que sensibilice y reduzca el ambiente hostil en los diversos ámbitos de las comunidades universitarias; diseñar estrategias y crear un diagnóstico para combatir el hostigamiento, acoso sexual y la discriminación laboral y escolar; e instrumentar recursos para que cada universidad brinde asesoría sicológica y jurídica a las víctimas de violencia de género.

Las participantes en el encuentro refirieron que a fin de conciliar la vida profesional de las mujeres con la familiar, las IES deben promover la creación de centros de desarrollo infantil, ampliar los límites de edad para el acceso a becas de posgrado (dado que para el sector femenino coincide con la edad reproductiva) y, en caso de licencia de maternidad, que se garantice el financiamiento a suplentes y la reintegración al trabajo al término del permiso.

Asimismo, consideraron que en las IES se debe fomentar un lenguaje institucional no sexista, para que se privilegie el uso de términos neutros.