Los trabajadores de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) que mediante una asamblea ilegal intentaron destituir a su dirigente, deberán responder por sus actos, por lo que se levantarán las actas respectivas contra ellos, ya que actuaron fuera de los estatutos y traicionaron al gremio, aseguró Lizette Clavel Sánchez.

En declaraciones a la prensa, la dirigente explicó que en la asamblea del pasado 7 de agosto, sólo 252 sobrecargos, de los 3 mil 500 agremiados, manifestaron estar de acuerdo en su destitución, y para completar los supuestos 585 votos que dice el Tribunal de Honor y Justicia, se hicieron valer de 333 cartas poder de quienes no acudieron.

Refirió que nunca se verificó la autenticidad y legalidad de dichas cartas y agregó que no se presentaron pruebas en su contra. Apuntó que ella dio la cara a sus detractores y se les enfrentó con argumentos y pruebas documentales, con hechos y nada refutaron, sólo descalificaron.

Por ello, la depuesta líder de los sobrecargos impugnará la legalidad de la asamblea ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), por las acciones que han afectado al gremio y favorecido a las empresas, según apuntó.

Dijo demandar de las autoridades laborales el más absoluto respeto a la autonomía sindical. La autoridad sólo determinará la legalidad de este arbitrario acto, indicó Lizette Clavel y se comprometió a acatar incondicionalmente el fallo que se dicte.

Indicó que se ha usado el descontento y el desconcierto de los sobrecargos ante la embestida de las aerolíneas, en beneficio de intereses particulares, por lo que no sólo hay ilegalidad en los actos perpetrados por un grupo de trabajadores, sino también corrupción.

Ningún ataque de los enemigos de los sobrecargos y de su sindicato había sido tan certero, comentó, y sostuvo que los trabajadores perciben que en este acto ofensivo hay una conspiración para favorecer a las empresas.