Los avances logrados en materia de aborto en años recientes hoy están sufriendo un proceso de regresión, pues ya van 13 estados que recientemente han hecho modificaciones legales ficticias para poner un dique a los derechos fundamentales de la mujer, afirmó el jurista Diego Valadés Ríos, quien consideró que detrás de ese embate muy directo, muy frontal, está la alta jerarquía eclesiástica, la cual no está midiendo las consecuencias de los actos de desafío a la tradición histórica del país en el sentido secular.

El ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y ex titular de las procuradurías General de la República y General de Justicia del Distrito Federal advirtió que si no establecemos una clara distinción entre lo que son los derechos inconculcables de todas las personas para profesar sus convicciones religiosas y la obligación del Estado a su neutralidad en materia religiosa, vamos a acercarnos a un nuevo conflicto. Recordó que México ha tenido dos guerras civiles por motivos eclesiásticos.

Valadés Ríos intervino ayer en la presentación del libro Para la libertad, siete leyes históricas, elaborado por la cuarta legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), publicación en la cual se incluyen las modificaciones aprobadas al Código Penal de esta capital, con las que se permite en esta ciudad la interrupción legal del embarazo antes de las 12 semanas de gestación.

Ante los asistentes al acto, el constitucionalista detalló que en 13 estados del país (entre ellos Guanajuato, Yucatán, Puebla, Jalisco, Morelos y San Luis Potosí) se han aprobado enmiendas a las constituciones que obligan al Estado a salvaguardar la vida humana desde la concepción hasta la muerte, eliminando en muchos casos las causales que contemplan la interrupción legal del embarazo, como cuando éste es producto de una violación.

Se desmonta el estado de derecho

Eso es una regresión en los avances que se venían generando en el país. Además, con ello se está desmontando el estado de derecho, porque están creando normas constitucionales ficticias, agregó el jurista. Consideró que el gran desafío para la sociedad es consolidar el Estado secular.

En entrevista posterior, lamentó que en ese tema también se hayan dado confusiones y desviaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pues en lugar de tomar la defensa de las garantías básicas de la mujer, tomó un criterio de carácter estrictamente religioso, respetable en todos los casos, pero inaplicable como parte de la política del Estado secular mexicano.

Finalmente, dijo que es evidente que en el país se está propiciando un ambiente favorable a la confesionalidad de la vida política, a grado tal que desde la misma Presidencia de la República se mandan mensajes equívocos al considerarse que no creer en Dios es factor criminógeno.

A su vez, Víctor Hugo Círigo, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, se comprometió a que una vez que llegue a la Cámara de Diputados impulsará reformas legales que blinden el tema del aborto contra visiones eclesiásticas.