De los más de 9 millones de habitantes en la ciudad de México, 44 por ciento no cuentan con servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o del Instituto de Seguridad Social y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), por lo que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) ha tenido que garantizar su atención médica, precisa un diagnóstico elaborado por la Secretaría de Salud capitalina entregado a los diputados locales electos.

En una reunión privada con el titular de esa dependencia, Armando Ahued, los futuros legisladores conocieron también la situación que enfrenta la infraestructura médica del gobierno de la ciudad y las necesidades presupuestarias que se tendrán para lo que resta de este año y para todo 2010.

De acuerdo con el documento oficial, los capitalinos que han dejado de ser derechohabientes del IMSS o del ISSSTE suman alrededor de 4 millones, a los que ahora se proporcionan servicios médicos en la red hospitalaria del GDF, compuesta, sobre todo, por 210 centros de salud y 28 hospitales de segundo nivel.

Se destaca que incluso existe una población de 2 millones 164 mil 941 personas que viven en zonas de alta marginación, a las cuales se enfocan más los programas de atención médica y de entrega de medicamentos gratuitos a domicilio

Durante el encuentro con los diputados electos, Armando Ahued hizo énfasis en que el creciente desempleo ocasiona que cada vez más gente quede fuera del IMSS y del ISSSTE, y por tanto genera un incremento en la demanda de servicios del sector salud del gobierno de la ciudad.

Ningún otro apoyo

A la par, el funcionario les informó que 35 por ciento de los usuarios de los servicios médicos del Distrito Federal son de los municipios conurbados, incluso de estados como Hidalgo, sin que en ningún caso se reciba apoyo financiero de esas entidades federativas.

Presente en esa reunión, la diputada electa del PRD Lizbeth Rosas expresó que Ahued expuso que frente al panorama que se avizora a corto plazo, será fundamental el apoyo presupuestario de los nuevos legisladores.

El secretario de Salud nos dijo que para finales de este año está previsto que haya un rebrote de influenza, por lo que es necesario que haya sensibilidad para que se pueda crear de manera preferente un fondo de contingencia presupuestal para esa eventualidad, pues dijo que se requerirán 400 millones de pesos para hacer frente a ese segundo brote, y ya estamos a unos meses, explicó la legisladora.

Para Rosas, es claro que tendremos que ajustar el presupuesto que nos entregará el jefe de Gobierno para no reducir ni un peso al sector salud, sino ver cómo ajustamos, cómo achicamos el aparato de gobierno con acciones de austeridad, para tener más recursos para lo prioritario: salud y desarrollo social.