Brasilia, 11 de agosto. Militantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) intensificaron hoy sus protestas por la reforma agraria, al ocupar durante varias horas las dependencias del Ministerio de Hacienda, en Brasilia, e invadir oficinas públicas en varios estados del país.

Al mismo tiempo, en una columna publicada hoy en varios diarios, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva sostuvo que su gobierno ha sido el que más ha avanzado en la reforma agraria en toda la historia de Brasil, al asentar en tierras propias a más de medio millón de familias campesinas.

La jornada de luchas organizada por el MST y la Vía Campesina dio inicio este lunes con miles de agricultores que levantaron un campamento en Brasilia, al tiempo que unas 4 mil personas invadieron las dependencias del Ministerio de Hacienda, lo que llevó al titular de la cartera, Guido Mantega, a trabajar fuera de su despacho.

Los sin tierra exigieron liberar unos 432 millones de dólares en recursos presupuestarios destinados a la expropiación de fincas improductivas, y que estarían retenidos por la política de contención de gastos del gobierno. Exigieron además el asentamiento inmediato de 90 mil familias campesinas instaladas en precarios campamentos en los costados de las carreteras de Brasil.

A la par de la protesta en Brasilia se llevaron a cabo manifestaciones en por lo menos 12 de los 26 estados de la federación, y el MST anunció ocupaciones de oficinas del Ministerio de Hacienda en cuatro estados, y del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra) en otros tres.

Lula no comentó sobre las protestas del MST, un histórico aliado del Partido de los Trabajadores, pero en su columna publicada hoy en diarios de todo el país, sostuvo que su gobierno ha sido el que más avances ha logrado en materia de reforma agraria.

“En los 40 años de existencia del Incra, la reforma agraria benefició a un millón de familias. Nada menos que 519 mil 111 familias –o sea, más de la mitad– fueron asentadas durante mi gobierno”, sostuvo el mandatario.

Lula agregó que desde que asumió la presidencia brasileña, en enero de 2003, y hasta 2008, el gobierno destinó a asentamientos 43 millones de hectáreas, lo que también es equivalente a más de la mitad de los 80 millones de hectáreas utilizados en programas de reforma agraria hasta hoy.

El mandatario apuntó que además de repartir tierras, su gobierno aumentó el aporte de recursos financieros para los pequeños agricultores, lo que permitió un aumento de 531 por ciento en su cosecha desde 2003.