Moctezuma II/ La guerra sucia, es el título de la segunda parte de la denominada Trilogía Mexicana, proyecto que intenta explorar la compleja identidad que ha ido conformando a los mexicanos.

Con producción y dirección de la creadora escénica Juliana Faesler, y dirección musical de José Areán, en esta ocasión el montaje gira en torno al trágico y contradictorio personaje de Moctezuma e intenta reflexionar sobre la conquista y caída de Tenochtitlán, al tiempo que se evocan diversos movimientos subversivos indígenas tanto de aquel pasado mesoamericano como los que hoy día han surgido.

El propósito de la Trilogía Mexicana –la primera parte se titula Nezahualcóyotl y fue estrenada en 2007, y el estreno de la tercera y última, La Maliche, el cual se tiene planeado para 2010– es hacer reflexionar al espectador sobre dichos personajes y el pasado mesoamericano, pero desde un punto de vista contemporáneo que refleje y cuestione la identidad y el devenir de nuestro país, explicó Faesler, artífice de esa iniciativa y directora de la compañía Máquina de Teatro.

En Nezahualcóyotl, con humor e ingenio, entre el pasado y el presente, se narra la vida del hombre que encabezó la Triple Alianza y gobernó Texcoco por más de 40 años, y se hilvana con todo aquello que evoca su nombre: el billete de cien pesos, la conflictiva Ciudad Neza, donde viven más de 2 millones de personas, la sala de conciertos de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como las diversas poblaciones y avenidas que llevan ese nombre, por ejemplo.

La conquista sigue y sigue

Ahora se estrenará Moctezuma II/ La guerra sucia, basada en la ópera Montezuma, de Carl H. Graun, así como en textos de Visión de los vencidos, el Códice Florentino y la Declaración de la Selva Lacandona, entre otras fuentes.

Moctezuma fue un personaje muy contradictorio, que es señalado como estratega genial y valiente, y en otros casos como un cobarde, según la perspectiva con la que se le vea; fue un hombre que se convirtió en mito y leyenda, del cual todo lo que sabemos de su vida son versiones de versiones, comentó la creadora escénica.

El montaje, en el cual se conjugan teatro y ópera, intenta reflexionar con cierto humor negro sobre la conquista y caída de Tenochtitlán, sobre los pueblos indígenas aliados de los españoles, que sin ellos no podrían haber vencido a los aztecas; sobre los miedos de Moctezuma y la reacción del pueblo, situación que permite hacer un sutil paralelismo entre diversos movimientos subversivos de aquel pasado mesoamericano y los contemporáneos, ya sea estudiantiles o armados.

Para Juliana Faesler “es claro que vivimos en un país donde los derechos indígenas no han sido respetados y hay mucho camino por recorrer.

Todavía no hemos podido dar el verdadero valor que tienen todas las culturas indígenas. No existe un real apoyo a todo ese universo que es nuestra herencia. De alguna manera, el montaje habla sobre eso, de que la conquista sigue y sigue y sigue.

El mestizo como raza cósmica

De la ópera de Graun se conservan 19 escenas musicales, “lo que representa más de 40 por ciento, asimismo hay partituras compuestas ex profeso para generar ciertas atmósferas”, comentó el compositor y director musical José Areán, quien, de acuerdo con Faesler y en referencia a la cuestión indígena y el mestizaje, destacó que antes de 1900, 80 por ciento de los mexicanos se reconocían como indígenas, mientras que poco después de la Revolución, era algo así como 20 por ciento. Tal cuestión se generó por un proyecto nacional posrevolucionario institucional que se inventa la idea del mestizo como la raza cósmica, como el México fundacional.

Para Areán, lo que ocurrió en realidad es que se destruyó un mundo y se suplantó por otro que ciertamente tiene su propia riqueza cultural, pero no es ese mito del mestizaje, y de la misma manera hay una serie de cuestiones respecto de la subversión en México.

Lo que tenemos hoy día, concluyó Areán, es una construcción ideológica, política, institucional, que corresponde muy poco en la realidad a lo que somos, pues somos mucho más diversos de lo que nos enseñaron en los libros de texto de hace 30 o 40 años.

El elenco está encabezado por Lorena Glinz, quien encarna a Moctezuma; Karla Muñoz representa a Eupaforice y Verónica Alexanderson a Cortés. La orquesta de 14 músicos está bajo la batuta de José Areán. Moctezuma II/ La guerra sucia ofrecerá ocho funciones y se estrena este jueves a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (calle Donceles 36, Centro Histórico).

La primera parte de la Trilogía Mexicana, Nezahualcóyotl, se volverá a escenificar en ese espacio teatral del 15 al 30 de agosto con funciones sábados y domingos a la 18 horas, por lo que se podrá entrar a las dos obras con el mismo boleto.