Los Ángeles 13 de agosto. Sólo deseamos que se la pasen bien, dijo Jorge Hernández, líder de Los Tigres del Norte, grupo que se convirtió en el primero en ofrecer un concierto aéreo de tipo norteño-grupero a capela ante casi 150 personas, quienes disfrutaron de sus grandes éxitos.

A más de 10 mil metros de altura, Hernández expresó su emoción por esta presentación, en la que prometió cumplir con las peticiones de los asistentes; se valen las complacencias, dijo.

De gran valor, regresar de esta forma a ese estado

El vuelo 918, de nombre Isaac, que partió de Toluca con destino a Los Ángeles, California, fue el avión que alojó este concierto, con el que la aerolínea Volaris celebró su apertura de nuevas rutas comerciales a Estados Unidos.

Minutos antes de subir a la aeronave, los integrantes de la agrupación se tomaron fotos con sus seguidores y personal del Aeropuerto Internacional de Toluca, que no cesaron en los buenos deseos para este concierto.

Hernández señaló que regresar a Los Ángeles con un concierto aéreo significa mucho para ellos, pues fue en ese estado donde Los Tigres del Norte obtuvieron su nombre hace más de tres décadas, cuando un policía de migración los denominó así.

Tras el abordaje, minutos después comenzó la instalación del equipo en la aeronave, acondicionada para montar el escenario, por lo que se removieron siete filas de la parte delantera, mientras que en medio se instaló la consola de sonido.

Con aplausos y gran entusiasmo inició el concierto. Por más de una hora ofrecieron lo mejor de su repertorio: 15 canciones, entre las que incluyeron peticiones de sus seguidores, que sin moverse de sus asientos, por seguridad, los ovacionaron.

Enfundados en sus tradicionales trajes tejanos, Los Tigres del Norte dieron muestra de por qué son considerados los jefes de jefes sobre el escenario, donde le cantaron una vez a más a los migrantes y al pueblo de México.

Jorge y Hernán Hernández durante la presentación

Mojado, La mesa del rincón, Ayúdame a creer, Ni parientes somos, Prisión de amor y Contrabando y traición, de las más esperadas e inclusive coreadas por el público, al que no le importaron las fallas en el sonido que por momentos ensombrecían el espectáculo.

Gracias por acompañarnos a 32 mil pies de altura y estamos checando el sonido, porque acuérdense que trabajamos con baterías, señalaron, lo que propició que ante las fallas de audio el público cantará junto con la agrupación, a capela, La puerta negra.

Pero antes de estos problemas, Los Tigres dieron muestra de profesionalismo al cantar en vivo, recorriendo el avión, donde el público fue su mejor coro.

Que me has dado y Jefe de jefes fueron otros de los temas que se escucharon. Y para no desilusionar a su público llegó el tiempo de las complacencias y a través del interfón se hicieron escuchar hasta el último rincón; el entusiasmo y el buen humor predominaron.

También entonaron Golpes en el corazón, Señor locutor y las tradicionales Mañanitas, estas últimas dedicadas a la periodista Guadalupe Loaeza, quien estuvo presente y de obsequio recibió un pequeño pastel.

Siguieron La tumba falsa, La granja, Pedro y Pablo y La jaula de oro, tema con el que finalizó el concierto aéreo.

El público estuvo integrado por 40 personas con sus respectivos acompañantes, ganadoras de una promoción televisiva, y algunos medios de comunicación.

No sé qué decir, me hubiera gustado que el sonido sirviera, fueron fallas técnicas y una disculpa a nombre de la agrupación, concluyeron Los Tigres del Norte.