Al rechazar críticas del presidente venezolano Hugo Chávez al golf, el vocero adjunto del Departamento de Estado, Philip Crowley, lamentó en tono de broma un ataque injustificado a una disciplina realmente global.

El diario The New York Times publicó ayer un reportaje sobre los intentos del gobierno chavista por cerrar dos campos de golf, deporte al que el mandatario venezolano caracterizó el mes pasado como burgués.

Tras destacar las trayectorias de Ángel Cabrera, Lucas Glover y Tiger Woods, a quien se refirió como probablemente el mejor golfista de todos los tiempos, el funcionario expuso: como el autodenominado embajador para el golf del Departamento de Estado, quiero protestar por el injustificado ataque del presidente Hugo Chávez al golf.

“La sugerencia de Chávez de que el golf, un deporte verdaderamente global, es burgués, no es más un mulligan”, sostuvo Crowley utilizando un término del golf que describe la repetición de un golpe malo a la salida del recorrido, en juegos amistosos.

Una vez más el señor Chávez, una de las figuras más divisivas del continente, se encuentra fuera de juego.

Cuando un periodista le dijo que Chávez tal vez criticó el golf por ser fanático del beisbol, el vocero respondió: Sí, pero cerrando medios de comunicación, ¿cómo va a ver los resultados?, al aludir a la reciente clausura de más de 30 emisoras de radio por diversas irregularidades.