Bogotá, 12 de agosto. El presidente Felipe Calderón inició su visita a Colombia convirtiéndose en otro testigo de la polémica que ha desatado en la región el convenio con Estados Unidos para el uso de bases militares colombianas. Su anfitrión, el presidente Álvaro Uribe, fue increpado por un hombre en la inauguración de la Feria Internacional del Libro, de la que México es invitado de honor.

Presidente, presidente, Colombia necesita desarrollo, expresó el individuo, que se había puesto de pie, mientras dos agentes se acercaban a él para retirarlo del auditorio del recinto ferial.

No, por favor, los agentes déjenlo hablar, vamos a escuchar. Usted debió pensar mucho esta interrupción, la debe tener muy preparada, y por eso lo vamos a escuchar, contestó Uribe.

Fue cuando su repentino interlocutor lo invitó a dar marcha atrás en la decisión de apoyar a Estados Unidos con bases militares, lo que provocó expresiones tanto de respaldo como de molestia en el público.

El hombre, del que no se pudo establecer su identidad, insistió todavía en que Colombia debe apostar por la integración y la paz en la región, y citó los esfuerzos que hace al respecto el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, de quien resaltó que Uribe es amigo. La mención del apellido del venezolano hizo que volvieran a darse algunos abucheos para silenciar al manifestante.

Una vez que el hombre regresó a su lugar, Uribe prosiguió su discurso y no hizo referencia a la protesta sobre las bases militares. Pero aprovechó para poner como ejemplo de coordinación la que tiene su gobierno con el de Calderón para derrotar con común firmeza al enemigo que es el narcotráfico, el terrorismo, la delincuencia y la inseguridad.

El colombiano había sido interrumpido cuando dijo que América Latina no puede seguir intentando romperse con la vieja división obsoleta entre izquierda y derecha. Creemos que hay algo nuevo, más importante, más inspirador, más emocionante; alcanzar los altos estándares democráticos.

Antes del incidente, el presidente mexicano resaltó que la feria, que lleva el lema Más México en Colombia y más Colombia en México, muestra los lazos de amistad que hay entre ambos países y que han configurado una literatura mexicolombiana. Enumeró a los escritores mexicanos invitados: Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Enrique Krauze, Jorge Volpi, Margo Glantz, Alberto Ruy Sánchez, lista en la que no figuró Elena Poniatowska, quien sí fue incluida en los programas oficiales como otra de las figuras relevantes de la literatura mexicana.

De ese grupo estaban presentes Krauze, quien viajó a Bogotá como parte de la comitiva presidencial, y Ruy Sánchez, quien ya se encontraba en Colombia. La delegación mexicana también estuvo representada por el luchador El Hijo del Santo.

En su alocución, Calderón resaltó que en nuestra cultura plural se expresan las discrepancias con libertad y con fuerza, y si no, espérense al libro que presentará Enrique Krauze también dentro de unos días.

Después de evocar a escritores colombianos como Gabriel García Márquez y Alvaro Mutis, se congratuló de que “en este mundo de Twitter y de Facebook, y de Internet y del chat” su hija María, de 12 años, lee un libro antes de dormirse.

Antes, Calderón fue recibido por Uribe con honores militares en la Casa de Nariño. Ahí, también lo acompañaron la canciller Patricia Espinosa; el secretario de Economía, Gerardo Ruiz; la titular de CNCA, Consuelo Sáizar, Krauze, y en esta ocasión se sumó su coordinadora de Estrategia y de Mensaje Gubernamental, Alejandra Sota.

Dirigentes partidistas se sumarán a la gira

En el carrusel de visitas de Estado que Calderón realizará durante seis días en Colombia, Uruguay y Brasil, en este último país se sumarán los dirigentes del PRI, Beatriz Paredes; del PVEM, Jorge Emilio González; del Panal, Jorge Kahwagi y del PAN, César Nava.

Funcionarios de Los Pinos explicaron que Jesús Ortega, presidente del PRD, fue invitado, pero envió una carta de disculpa donde informó que no asistiría.