Sèbastien Tellier
Juanson
Peter Hook
rónico es que la publicidad anodina que promueve a este artista (a veces los promotores no saben ni lo que auspician), diga: “es uno de los más importantes exponentes de la música electrónica francesa “, siendo que cuando Sèbastien Tellier apareció en 2001, en plena moda raver, aquél cautivó por crear una música que no tenía nada que ver con lo electrónico. Apadrinado por la disquera del dueto galo Air, Record Makers, en su disco debut L’incroyable vèritè (la increíble verdad), este parisino presumía de no emplear percusiones, y con un carácter épico aunque adusto, melancólico pero irónico, apabulló con pasajes instrumentales colmados de guitarras acústicas, pianos fortes y trágicos, cuerdas tristes, theremins enfermos, teclados viajados y videos baratos, desconcertantes.
Luego, en Politics (2004), sus canciones abandonaron lo experimental
para tomar un camino ligeramente más pop en cuanto a estructuras, ya con baterías y voces tenues para armar baladas orquestadas, temas funky-deliciosos y tecno-sórdidos, en francés e inglés.
Pero aunque ambos discos recibieron elogios de la crítica, no figuró masivamente, sino hasta marzo de 2008, en que, con su porte elegante y sardónico, concursó en el festival Eurovision representando a su país (tipo la OTI, con evidente intención chacotera); provocador, cantó en inglés, lo que escandalizó a sus compatriotas. Y es que cansado del anonimato, eligió crearse un personaje seudo-elegante, a la vez desgarbado, instalado en la tradición de la chanson pop de su país. Ya en julio de ese año, emitió Sexuality, producido por Guy-Manuel de Homem-Christo, o sea, la mitad de Daft Punk. El giro fue radical, rumbo a un synth-pop kitsch acaramelado como de inicios de los 80, o cósmico a lo Jean Michel Jarré, que desconcertó y enojó a sus antiguos fans, pero le ganó otros muchos que se hallaban siguiendo el nu-rave francés encabezado por duetos como Justice. Pero Tellier se subió a ese carro para ser conocido, ya que su música es otra cosa: además de que no se toma en serio, su calidad interpretativa, su belleza, sensualidad y honestidad, persisten.
Además, en vivo, con una banda completa de rock (nada electrónico) es una maravilla. Su actuación es muy divertida, pues entabla una extraña relación entre lo sublime, lo tierno, lo sensual y lo ridículo. Se espera que en su show de hoy, no pase lo que en diciembre de 2008, en que sus pésimos organizadores (Imeca) le pusieron un equipo de quinta, lo cual hizo que enfadado se retirara a medio concierto.
Los boletos para el toquín gratuito de Sèbastien Tellier, auspiciado por la telefónica Nokia, ya fueron regalados por distintos medios electrónicos. Pero quién quita y a alguien por ahí le sobre alguno… ¡Sólo aguas con la reventa! Hoy, Vive Cuervo Salón (Moliére y Andrómaco). 21 horas.
Tlalpan-fest, Jessie vs Jessy, SA de CV
Como si el shock económico fuera sólo un espejismo, la música y el festín juvenil en la capital siguen desparramándose cual secretario de hacienda.
Sábado 15: 1. ¡Entrada libre! La Barranca, Los de Abajo, Cabezas de Cera, entre otros, en Parque Fuentes Brotantes, Tlalpan. 14 horas. 2. El cantautor tapatío Juan Son (ex Porter) presenta su agraciado álbum debut, Mermaid Sushimi: un viaje ácido personal entre burbujas y cantos sirénicos. Metropólitan (Independencia 90, Centro). 20 horas, $90 a $280. 3. Vuelve al DF la californiana Jessie Evans, hechicera de gran presencia, con su bello espectáculo tipo cabaret alemán (radica en Berlín). También, Jessy Bulbo (a alguien le pareció posible juntar proyectos tan diferentes, sólo porque el nombre de ambas suena igual). Pasagüero (Motolinia 33, Centro). 22 horas, $150. 4. Máscara contra tabla de surfear: Cavernarios, Telekrimen, Twin Tones, Pardos. Alicia (Cuauhtémoc 91-A, Roma). 21 horas, $60. 5. Kill Disko!! Fiesta funky-disco-délica con Dann Kalter & Dash tras la consola. Pasaje América (5 de Mayo 7, Centro). $100 (chicas no pagan antes de medianoche).
Domingo 16: Sociedad Acústica de Capital Variable interpretará obras de Charles Mingus, Herbie Nichols, Miles Davis, entre otros. Muy recomendable. Anfiteatro Simón Bolívar (Justo Sierra 18, Centro). 12 horas, $50.
Jueves 20: Peter Hook, integrante original de Joy Division y New Order, bandas de Manchester precursoras de sonoridades hasta 1979 inusitadas, dio al bajo un lugar protagónico dentro de lo que luego sería llamado post-punk, y al electro-pop por otro lado. Productor de Inspiral Carpets y The Stone Roses, sabedor de la importancia de la base rítmica, Hook llega a incendiar la pista con una selección personal, cual si en el legendario club The Hacienda. Pasagüero (dirección citada). 21 horas, $300.