Montevideo, 14 de agosto. Con la firma de un Acuerdo de Asociación Estratégica con Uruguay, que profundiza el Tratado de Libre Comercio acordado en 2004, y tras entonar la canción mexicana El rey, el presidente Felipe Calderón concluyó su visita de Estado en esta nación.

Recibido por Tabaré Vázquez en el edificio Independencia, Calderón anunció que Uruguay y México decidieron seguir promoviendo la complementariedad de sus economías, y destacó que en años recientes el intercambio comercial entre ambos países casi se ha triplicado, al pasar de más de 190 millones de dólares en 2000 a unos 500 millones en 2008.

Vázquez explicó que hay que mejorar diversos aspectos del TLC de 2004, y señaló que a veces no pueden avanzar tan rápido como lo desean.

Luego, ante la Asamblea General legislativa, Calderón indicó que una materia tan sensible, como es la exportación de cárnicos (uruguayos), ha tenido obstáculos que hoy, a partir de esta visita, estarán removidos.

Ambos países acordaron además un convenio para evitar la doble imposición y la evasión fiscal, que dará mayor certeza jurídica a inversionistas, según la declaración conjunta.

También firmaron un acuerdo sobre transporte aéreo, que posibilita una conexión más directa y otro de cooperación en la de protección, conservación, recuperación y restitución de bienes culturales que hayan sido objeto de robo o tráfico ilícito.

Al término de la reunión, Calderón salió del edificio Independencia mientras una decena de personas protestaba con pancartas que decían: Oaxaca resiste y El Estado mexicano lo asesinó. Justicia para Brad Will.

El Ejecutivo fue trasladado a la escuela pública México, donde participó en la entrega de la laptop número 300 mil como parte del Plan Ceibal, que consiste en entregar una computadora por niño; dicho proyecto es uno de los programas principales del gobierno de Vázquez.

A su salida del colegio, interpretó, junto con un niño uruguayo vestido de charro, la canción El rey de José Alfredo Jiménez. Además, él y su esposa, Margarita Zavala, fueron agasajados con un espectáculo de niños que bailaron el tango La Cumparsita.

Vázquez y el vicepresidente uruguayo, Rodolfo Nin Novoa agradecieron la hospitalidad de México con los uruguayos exiliados durante la dictadura (1973-1985); en tanto Calderón destacó que Uruguay nunca cerró sus puertas a México cuando surgió el virus A/H1N1.