Ante el recorte presupuestal, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) ha tratado de detener cuestiones meramente administrativas y proteger las actividades sustantivas, aseguró Alejandra Peña Gutiérrez, subdirectora general de Patrimonio Artístico Inmueble, quien reconoció la suspensión de algunas exposiciones debido a razones que van más allá de lo meramente presupuestal.

La subdirección de Patrimonio Artístico Inmueble se creó en 2006, de la división de la Subdirección General de Bellas Artes, pero no fue hasta el pasado primero de agosto cuando se oficializó el cargo. Dependen de esta subdirección todos los museos del INBA, la Dirección de Arquitectura, el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble y la Coordinación Nacional de Artes Plásticas, mientras la subdirección de Bellas Artes es ahora responsable de artes escénicas, danza, teatro, ópera, música y literatura.

La separación en dos subdirecciones también implicó la división del presupuesto, del cual la funcionaria no ofreció cifras, porque, dijo, aún están en esa fase de división. Tampoco hay datos de lo que representa el recorte presupuestal ordenado desde la Federación.

Ésa es una cifra que estudia directamente la subdirección general de Administración; ellos tienen la indicación de lo que hay que hacer en materia puramente administrativa; lo que hemos hecho, es buscar de otros lados, dejar de lado actividades que no se consideran sustantivas, para ahorrar.

–¿De qué manera les afectarán estos recortes?

–Estoy bastante optimista a ese respecto. Es verdad que hay recorte, pero se han tratado de proteger las actividades sustantivas del instituto. Tenemos un trabajo muy coordinado con la subdirección general de Administración que no se daba en otros momentos.

“El frente que queremos proteger es el de actividades sustantivas, mantener todas las actividades que teníamos programadas.

“En lo que implica esta serie de recortes –que afectan no sólo al instituto, sino a todo el gobierno federal–, hemos tratado de suspender cuestiones meramente administrativas de algunos proyectos para fortalecer las actividades sustantivas del instituto. Por lo pronto, el balance es positivo; se ha hecho un esfuerzo enorme para que no se afecten esas actividades sustantivas, ni las contrataciones, que son parte de la preocupación general.”

La funcionaria afirmó que las reacciones de la comunidad cultural que se opone al recorte se deben “a que ha habido un nivel de desinformación enorme. De repente se armó un escándalo que nosotros consideramos sin fundamento real; se decía que estábamos despidiendo a 80 por ciento de la gente contratada por honorarios, que había paro técnico… Pero creo que se debe a la desinformación en cuanto a lo que el instituto ha planteado para solventar la actividad primordial, es decir, las actividades sustantivas”.

Según Peña Gutiérrez también es falsa la versión de que ese recorte servirá para financiar las actividades conmemorativas del bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución, porque no se pueden comprometer recursos de un año para el siguiente. Estamos obligados a gastarnos el dinero de este año durante este año.

Lo que ha habido en 2009, dijo, han sido gastos de preparación para los festejos de 2010, pero ya estaban contemplados en el presupuesto de este año; se han destinado a la planeación de exposiciones o publicaciones especiales que no pueden hacerse de un día para otro.

Por lo pronto, esta dirección tiene varios proyectos pendientes, entre ellos la renovación del teatro del Palacio de Bellas Artes –donde continúan exposiciones y actividades literarias–, la restauración de los murales del Palacio Nacional y de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el contexto de la celebración del bicentenario.

También, la renovación de la sala de Arte Público Siqueiros y de otros espacios fuera de la ciudad de México, así como unas 40 exposiciones que se realizarán en lo que resta de 2009, de las cuales tres –al menos, y de acuerdo con el programa de trabajo de la Subdirección General de Bellas Artes– se pospusieron para octubre; son las temporales en el Museo de Arte Carrillo Gil, Yo uso perfume para ocupar más espacio, Ventanilla única y De la Tierra a la Luna.

La suspensión, explicó Peña, se debe a motivos que van más allá de lo meramente presupuestal; en muchos casos se debe a una revisión de la programación; como siempre, existen problemas presupuestales y siempre hay reajustes en la programación de los museos.

Otras tareas pendientes son la planeación de una agenda para la protección del patrimonio y la actualización de su registro, y con ello el establecimiento de una ficha única en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

El del patrimonio es un tema que debemos revisar seriamente, tanto el asunto del registro como el de la defensa. La ley es de 1972, y vale la pena que se discuta para tomar medidas más efectivas. Otro asunto es el de la planeación de una campaña de concientización de patrimonio; que la gente visualice que es parte de una herencia cultural. Existe una conciencia mucho mayor en términos de artes visuales, pero no de arquitectura, sobre todo en la que corresponde al siglo XX.