El científico Mark Denny calcula en 9.48 la máxima aceleración
Alcanzó su mejor desempeño entre 60 y 80 metros, con 1.61 segundos
Martes 18 de agosto de 2009, p. a14
Berlín, 17 de agosto. Calificativos de la prensa que lo ubican como un ser sobrenatural, estudios de velocidad, de sicología y hasta la admiración del estadunidense Tyson Gay –quien ya declinó en los 200 metros–, fue lo que provocó el jamaiquino Usain Bolt, luego de convertirse en el hombre más veloz del orbe, al establecer el domingo el récord mundial de 100 metros en 9.58 segundos.
De acuerdo con el análisis matemático del estadunidense Mark Denny, de la Universidad de Stanford, publicado en el Journal of Experimental Biology, sólo queda una décima de segundo (9.48) al límite humano para correr el hectómetro.
Para saber si el hombre ha alcanzado su máxima velocidad o si aún tiene algún margen de mejoría, el especialista ha recogido datos de perros y caballos de carrera, y ha determinado que desde los años 40 los tiempos de las carreras de caballos Kentucky Derby siguen prácticamente iguales, en tanto que en las competencias de canes fue en la década de los 70 del siglo pasado cuando alcanzaron su máxima velocidad.
Aunque el ser humano quizás no ha llegado el límite para correr los 100 metros. Parece como si los hombres no hubieran alcanzado la velocidad máxima en ninguna categoría
, explicó Denny, quien fijó en 9.48 el pronóstico matemático posible.
El propio Usain Bolt, quien cumplirá el viernes 23 años –que tras su hazaña ha sido calificado de bala de cañón humana del Caribe
–, había hecho referencia a que buscará bajar a 9.40 segundos y desafiar con ello los propios límites que los científicos le marcan al hombre.
La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, por su parte, fue prolija al manejar información sobre el recordista mundial, al detallar que alcanzó una velocidad máxima de 44.72 kilómetros por hora (kph) el domingo, en la final de 100 metros, que mejoró en su salida al tener una reacción de 140 milésimas, cuando en China hace un año era de 165, además de que en los primeros 20 metros, cuando ya estaba al frente, sólo había invertido 2.89 segundos para llegar a su máxima velocidad entre 60 y 80 metros, en lo que apenas invirtió 1.61 segundos.
Las aves pueden volar a velocidades de 300 kph, mientras que el animal de cuatro patas más rápido es el guepardo, que puede alcanzar los 120, en tanto que los caballos no superan los 75 kph.
Entre los bípedos, el avestruz corre a 70 kph, mucho más de los casi 45 que alcanzó Bolt sobre la pista azul del estadio Olímpico de Berlín. Por cierto, al referirse al color de la superficie del inmueble, el sicólogo alemán Harald Braem dijo no haberse sorprendido con la marca impuesta por el caribeño, porque el azul de la pista da alas
.
Explicó que el azul es un color más fluido. En una pista azul los atletas pueden correr mucho más liberados
, por lo que alcanzan mayores velocidades que en las tradicionales rojas o naranjas.
La prensa en Europa elevó al recordista y medallista olímpico a niveles como de ciencia ficción. El trueno Bolt en una galaxia fuera del alcance de los mortales
(Times), Un nuevo relámpago llegó de un cielo sereno
(The Daily Mail), Fenómeno del siglo
(The Daily Telegraph), Exagerado, inmenso, es una leyenda
(La Gazzetta dello Sport) o inclusive Superman
(The Guardian) y Sobrehumano
(Il Corriere della Sera), sin dejar de la lado que el 9.58 es un récord del siglo XXII
(Marca).
Este martes, Bolt regresará a la pista, ahora en las clasificatorias de 200 metros, rumbo a la final del jueves, en pos de mejorar su marca del orbe (19.30).