El argentino Martín Bravo, de Pumas, consideró que el equipo ya no debe dejar ir ningún punto y hay que ganar como sea, por lo cual llamó a sus compañeros para que este viernes salgan del bache de cuatro fechas sin ganar, cuando visiten a Estudiantes, en Jalisco.

Agregó que la siguiente fecha del Apertura 2009 deberán jugarla como si fuera una final, porque es momento de empezar a sumar, ya que hay equipos que tienen hasta 10 puntos y esa es una amplia ventaja que más adelante les puede pesar.

Hay que levantar la cabeza, poner el pecho en esta situación y, como en el torneo pasado lo hicimos, tenemos la capacidad y las ganas para salir adelante, explicó, y advirtió que cuando el equipo llegue a ganar un partido se volverá muy duro y será difícil que luego nos venzan.

Dijo tener un poco de bronca (estar molesto) porque no ha podido rendir como en la temporada anterior, “por lo que necesito mejorar. Estoy consciente de que debo superarme muchísimo, como cada uno debe hacerlo para sacar al equipo adelante.

No hay excusas. Tuvimos una buena pretemporada. Ya van cuatro fechas y no podemos disculparnos con eso. Son fallas nuestras, comentó, para agregar que el técnico está sereno.

Sobre todo en estos momento debemos mantener la calma y la tranquilidad porque si nos desesperamos será peor. Debemos conseguir unidades para no rezagarnos mucho y es urgente ganar los tres puntos este viernes.

En su oportunidad, el zaguero Marco Antonio Palacios negó que haya relajación (en el equipo), simplemente no se dan la cosas, y luego de conminar a sus compañeros a hacer un profundo autoanálisis de su juego y tratar de hacerse responsables, apuntó que las derrotas han sido por distracciones, a lo mejor por falta de comunicación, pero son errores que quizá con un grito se solucionen.

Aseguró que hay un buen entendimiento en el campamento auriazul, ya que el ambiente es el óptimo, hay un excelente grupo, que es demasiado sano, no como en otros planteles donde es pesado.

Agregó que nosotros seguimos con la misma idea e ilusión. La preocupación siempre estará presente porque son profesionales y para mejorar la solución es simple: seguir trabajando. Esa es la fórmula, no hay de otra. No me voy a poner a llorar. Para mí, este es el equipo óptimo.