La defensa de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales es uno de los déficits que debe atender la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), sobre todo en el contexto de crisis financiera que actualmente se vive y que ha traído consigo la falta de espacios educativos y empleos, señaló Enrique González Ruiz, candidato a presidir dicho organismo.

En entrevista con La Jornada, el integrante de la disuelta Comisión de Intermediación entre el Ejército Popular Revolucionario y la Secretaría de Gobernación, alertó que esta situación afecta principalmente a los jóvenes que, ante la falta de oportunidades para trabajar y estudiar, se ven orillados a dedicarse a actividades ilícitas, como el narcomenudeo, porque el sistema no les ofrece oportunidades viables.

Ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero en la década de los 70, González Ruiz señaló que debe llegar a la CDHDF una persona con sensibilidad social y experiencia en la defensa de las garantías individuales, y aseguró que sus principales compromisos, de ser electo para dicho puesto, será el acompañamiento permanente a la víctima, conservar la autonomía del organismo y realizar un trabajo intenso.

Señaló que hay espacios de la actividad social que no han sido debidamente cubiertos en la lucha por las garantías individuales, por lo que hay serias violaciones, como el acceso al agua, pues todos los días se ve a la población hacer grandes esfuerzos para obtener el líquido, sobre todo en colonias apartadas y con grados de marginación altos. Por eso, explicó, la CDHDF debe buscar los mecanismos para que se cumplan, porque si un ser humano no ejercita su derecho al agua no está en condiciones de ejercer el resto.

El académico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que ha sido miembro de organizaciones como la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México y del Frente Nacional contra la Represión, dijo que cumple con el perfil para ser el nuevo titular de la CDHDF. Mi experiencia de vida me ha llevado a estar muy cerca de las víctimas. Trabajé en Guerrero en los tiempos del ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa, donde fui testigo de hechos de violencia extrema y de la persecución contra los luchadores sociales.

Dijo que el ombudsman tiene una función más ética que jurídica, de ahí que su fuerza radica en su calidad moral; este sistema no se caracteriza por tener a los mejores defensores de los derechos humanos, sino que muchas veces tiene a protegidos de los gobiernos, de ahí que, agregó, se debe establecer una relación de respeto con todos los actores, pero claramente autónoma.